La temporada de playa ha llegado y debemos prepararnos para los largos momentos de charla bajo el sol, así como también para el variado menú de mariscos y pescados que siempre nos provocan cuando estamos junto al mar. Para que la jornada sea exitosa, las bebidas hay que tenerlas muy en cuenta y seleccionarlas de acuerdo con cada momento, de esta manera podremos disfrutar de la comida y la compañía.

Para las horas bajo el parasol, mis opciones van por las bebidas heladas y refrescantes. Les recomiendo que prueben la cerveza italiana Peroni ($ 2), es una tipo lager ligera, de cuerpo medio con poca espuma, pero buena cantidad de burbujas. Y, como es característico en muchas cervezas europeas, su amargor es moderado y más bien resalta su dulzor que contrasta con notas cítricas.

Si prefieren un vino y deciden ir por los blancos tranquilos siempre la primera cepa en mente es Sauvignon Blanc, pero les sugiero incursionar en otras como la española Albariño. Prueben Mar de Frades ($ 28), de la bodega Ramón Bilbao viene de la costa del Atlántico, con aromas a flores blancas, mediana acidez y notas saladas, es ideal para la ocasión.

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Otro, recién llegado también de Galicia de la bodega Félix Solís, es el Pulpo ($ 20). Un Albariño apenas más afrutado, pero que mantiene su frescura que lo hace ideal para acompañar esos ceviches que nunca faltan a la hora del snack playero. Si prefieren los vinos blancos espumosos, no dejen de probar la cava Brut Nature de Peñalba López ($22), elaborada por la bodega Torremilanos, es la única con denominación de origen Rivera del Duero. Superrefrescante, cremosa en boca y con agradable acidez, perfecta para maridar cualquier marisco.

A la hora de la caída del sol, les propongo un coctel y un clásico. La mezcla del whiskey bourbon con el ginger ale no es nueva, sabemos que se sirve así desde hace más de cien años, pero se las menciono porque hasta hace poco era difícil encontrar la bebida gasificada de jengibre en nuestro medio, me gusta prepararla con una parte de Bulleit (pueden usar Jack Daniel’s si lo prefieren con notas más ahumadas), tres de ginger ale (Britvic) y el jugo de medio limón, todo en un vaso lleno de hielo. Se logra una combinación fantástica que siempre llama a la repetición.

Para quienes llevan el espíritu pirata por dentro, nada mejor que un buen ron en las rocas. El destilado venezolano Diplomático tiene un acertado balance entre el dulzor de la caña de azúcar y la vainilla que le da los años que reposó dentro de barriles de roble.

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Con la cena disfruten un vino de otra cepa poco común, la Pinot Noir tiene aromas a cerezas, fresas y frambuesas frescas, es delicada y suave en boca. Cualquier preparación de pescados o mariscos serán resaltados con las notas frutales de esta cepa originaria de Borgoña en Francia. La bodega nacional Dos Hemisferios acaba de lanzar su propuesta con la marca Travesía ($ 20) cosecha 2017, joven y agradable, definitivamente superior a su versión 2016. Mis favoritos son los argentinos de las bodegas Luca ($45) y Alfredo Roca ($ 65), así como los chilenos Outer Limits ($ 50) de Montes y Ósio ($ 100) de Cono Sur, todos ellos con mucha crianza y alta complejidad.

Tomarnos una copa recibiendo la brisa del mar y en compañía de amigos o la familia es una agradable experiencia, siempre con moderación. (O)