Pregunta: Necesito saber qué tipo de sal es la más saludable para consumir, porque soy hipertensa.

Antes consumía la blanca con yodo, pero ahora la rosada, y siento que me estoy hinchando. ¿No será que el organismo necesita la sal con yodo?

Ana Laura, Guayaquil

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Respuesta: Con respecto a su inquietud, es importante que sepa que todas las sales están compuestas básicamente de sodio y cloro y todas tienen elevada cantidad de cloruro de sodio, lo que las diferencia es su contenido de minerales, el cual en su totalidad es mínimo, puesto que no supera el 1% de la cantidad recomendada diariamente.

La sal blanca refinada contiene de 97 a 99% de cloruro de sodio, su proceso de producción es industrial, libre de impurezas. Se le adicionan sustancias antiaglomerantes para mantener la homogeneidad del producto, además yodo, que es fundamental para que se realicen de manera normal todos los procesos metabólicos, es el gran regulador del equilibrio orgánico, una medida práctica, sencilla y barata para prevenir el déficit de yodo de la dieta y las graves consecuencias que genera a la salud.

Por otra parte, la sal rosada tiene composición química igual a la de la sal de mesa, excepto en el contenido de hierro, calcio y magnesio, que es un poquito más alto, lo que le confiere el color rosa. El proceso es manual, por eso es más pura y cara. ¿Cuál de ellas es más beneficiosa para la salud? No hay evidencia científica que avale al respecto, se debe utilizar sal fortificada con yodo y flúor en caso de que exista déficit orgánico.

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Sugiero controlar la cantidad de sal que se agrega a las comidas y evitar los alimentos procesados; aunque estos últimos tengan sabor dulce, son altos en sodio, que es el principal componente de los aditivos que se utilizan para mejorar color, olor, sabor, textura y prolongar tiempo de vida.

Amable lectora, al tener restricción de sal por su hipertensión, lo mejor es que usted analice la cantidad de sal rosa que está usando, puesto que al tener un poco más de minerales cambia el sabor y puede estar agregando mayor cantidad en la comida. Como recomendación final, es preferible añadir la sal a las preparaciones ya cocinadas, y no agregarla durante la cocción, para evitar el exceso y valorar detalladamente la dieta, y para conocer con mayor precisión su ingesta diaria de sodio.

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Dra. Silvia Alejandro de Franco,
Mgs. Nutrición Clínica, consultora Académica Nutrición.
Telf.: 099-842-3077