Pregunta: Hace 1 año comencé a preocuparme por mi cuerpo y logré bajar de peso. Ahora tengo un problema, no puedo dejar de controlar todo lo que como y me excluyo comidas chatarras y a veces hasta comidas saludables por miedo a ganar un poco de peso. No sé qué hacer. Siento que tengo una mala relación con la comida.

Eduardo, Guayaquil

Respuesta: Estimado Eduardo, como usted ha mencionado, efectivamente tiene una mala relación con la comida. Sin embargo, ser consciente de su problema no le resultará de total solución. Usted necesita ayuda.

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Quizás, lo primero que vaya a pensar el lector frente a la problemática que nos presenta Eduardo es que se encuentra atravesando por algún tipo de trastorno alimentario: bulimia, anorexia, vomiting, binge-eating. No obstante, se trata de una fobia más que otra cosa.

Si bien es cierto que se trata de un malestar relacionado a la comida, está basado en el miedo a que esta pueda llevarlo a obtener algún resultado que no quisiera. Así como la mente humana tiene la capacidad de inventar innumerables objetos posibles de una fobia, la lista de fijaciones fóbicas hacia la comida es casi ilimitada.

Esta patología se la define como ortorexia, es decir, “la fijación fóbica por las comidas que hacen daño y el comportamiento derivado de esta que lleva a una selección constante de la comida que el sujeto cree que es buena y no peligrosa” (Nardone, 2004).

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Una vez que busque ayuda, logrará desbloquear la fijación fóbica a través de metodologías específicas que puede brindar la terapia breve estratégica; y por ende, conseguirá romper la rígida persistencia del sistema perceptivo-reactivo de la ortorexia, resolviendo rápidamente su problema con la comida.

Las formas más comunes de estas fobias producen maneras específicas de comer, consecuentes con la reacción típicamente fóbica como lo son la tendencia a evitar e intentar controlar las circunstancias que pueden parecer peligrosas.

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Es muy importante que el terapeuta logre distinguir cuando el problema es una fobia o cuando se trata de una patología alimentaria, puesto que el tratamiento preciso es indudablemente diferente.

Por lo tanto, Eduardo, a partir de este momento hasta la próxima vez que usted pida ayuda, le dejamos una tarea que deberá seguir al pie de la letra, aunque le parezca extraña: Evite evitar.

Evite evitar los alimentos que le dan miedo, de los que se excluye, porque cada vez que evita, cae en la trampa de pensar que cuando evitamos las cosas que nos dan miedo, el miedo disminuye, siendo que ocurre en realidad lo contrario: el miedo aumenta.

Recuerde: “Para los obsesionados no hay elección: la obsesión ha elegido ya por ellos, antes que ellos”. (E. Cioran).

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Esperamos haber podido ayudarlo en esta primera instancia.

Andrea Patiño Ycaza y Carmen Ojeda Oquendo,
Centro PIAC (Psicoterapia Integral y Análisis Conductual Contextual).
Telf.: 283-8708.