Descubrir qué le da satisfacción a la gente no es sencillo. Pero el Centro de Investigaciones Pew decidió invitar a miles de adultos estadounidenses a escribir en su foro sobre las cosas que dan sentido a sus vidas y a valorarlas en una escala del 0 al 10. Los consultados mencionaron diferentes temas, y la familia salió victoriosa, como la primera fuente de satisfacción. De hecho, un tercio del grupo participante mencionó a los niños, hijos o nietos, como su fuente de felicidad y sentido.

Pero a más de este, el tema básico, hubo otros cuatro puntos universalmente relacionados con altos niveles de bienestar: buena salud, pareja romántica, amigos y carrera (este último casi alcanza a los niños). A pesar de la edad, ingresos, religión (el 20% citó alguna forma de espiritualidad o fe) y otros factores, los encuestados que destacaron estos temas consideraban ser más felices.

De este lado del mundo

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¿Es seguro mirar a esas cuatro áreas en una sociedad como la nuestra? Sigue siendo complejo y subjetivo, afirma la doctora Glenda Pinto Guevara, psicóloga clínica, pues se les pide a las personas que hagan un balance entre sus oportunidades vitales, los acontecimientos por los que están pasando y la experiencia emocional frente a ello. Los resultados podrían variar significativamente de una persona a otra.

Las variables del bienestar biopsicosocial son múltiples, amplía la doctora en psicología clínica Linda Coronel Wong, quien considera que la sociedad ecuatoriana se guía por valores heredados de la familia; de estos depende lo que vemos como bueno y deseable y la manera en que nos relacionamos con la comunidad, y por tanto, que nos creamos felices o no.

La satisfacción, explica Pinto, se produce cuando hay un ajuste entre lo que se desea y los reales resultados de vida. Y esto también sufre variaciones a través del tiempo. Lo que comúnmente se puede apreciar en adultos son los siguientes aspectos, que difieren ligeramente  de los resultados publicados por Pew, un laboratorio de ideas que sondea tendencias en Estados Unidos y las contrasta con el resto del mundo.

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Bienestar económico

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“La mayoría de las personas de nuestra localidad, mayormente hombres y cada vez más mujeres, sienten una especial satisfacción cuando obtienen logros económicos que les permiten mantener un buen nivel de vida, sin angustias”, detalla Pinto (necesidades de seguridad y protección).

Si, además, esto va acompañado de reconocimiento laboral, se cumple la satisfacción de necesidades de estima baja: atención, estatus, dignidad, fama e incluso dominio. “En general, aportan sentido de importancia y reconocimiento, que provienen de otros”.

Y si el aprecio proviene de familiares y amigos, se suplen las necesidades de filiación y estima alta: probarse a sí mismos, ganar confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad.

Según Coronel, si bien el trabajo y las  oportunidades laborales son uno de los más frecuentes motivos de realización, se ve en nuestro medio un constante anhelo de algo que guste o ‘sea más digno’ de la persona, y en esa búsqueda se desdeñan ciertas tareas, se deja pasar el tiempo y se desarrolla dependencia de otros. Se suele vivir en insatisfacción a la espera de la satisfacción total.

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Por supuesto, a los estadounidenses el dinero les importa, el 23% lo incluyó en sus respuestas, la mayor parte el tiempo con connotaciones positivas, pero a veces también con preocupación. “Quiero llegar a un punto en mi vida en el que no sea rico, pero no tenga que preocuparme por la cantidad de dinero en mi cuenta. Estoy acercándome a ese sueño y es lo que me mantiene en la lucha”, dijo un participante.

Relaciones y emociones

Según Pew, uno de cada cinco estadounidenses dijo que su cónyuge o pareja romántica incide en su sentido de satisfacción. Independientemente del estado de la relación, estas personas tendieron a calificar sus vidas 9% más alto que las que no hablaron de ninguna pareja. Para algunos era lo primero que tenían en mente.

En Ecuador la situación es similar, la familia y la pareja son el segundo grupo de experiencias en que se busca plenitud, “sobre todo en el aspecto romántico, en aquello referente al establecimiento y el mantenimiento de las relaciones de pareja y del bienestar familiar en general, pues así se suplen las necesidades de filiación y afecto”, indica Pinto.

Los ecuatorianos, en general, son enamoradizos, con fuertes sentimientos de entrega, refiere Coronel, y eso los hace sentirse más seguros de sí mismos, más capaces. Esto tiene una contraparte: los momentos de incomprensión, separación o infidelidad suelen percibirse como las etapas más duras e infelices de la vida, pudiendo eclipsar todo lo demás.

Carrera y autorrealización

La tercera área la ocupa una minoría que quiere mantenerse en continuo desarrollo y formación. A esto Pinto le llama satisfacción de necesidades de autorrealización. “Son personas que tienen como motivación psicológica el crecimiento o necesidad del ser, el desarrollo del potencial que valida sus vidas. Suelen tener sus necesidades de seguridad, afiliación y estima satisfechas, al menos hasta cierto punto”.

La educación, dice Coronel, es una preocupación cada vez mayor en nuestro medio, se ve a la profesión como una realización de los sueños de los padres y de los hijos y una garantía de seguridad económica y de aceptación social. Para los estadounidenses, por su parte, la carrera tiene un peso sustancial a la hora de calificar sus vidas. Un tercio de los que participaron en el estudio de Pew sacó a relucir sus profesiones y oficios, y se puntuó 8% más alto que aquellos que prefirieron no hablar del tema.

¿Y qué hay de la salud?

Sin embargo, como en cualquier grupo humano, no existen grupos ‘puros’, advierte Pinto, y al menos en este último grupo se pueden encontrar muchos conflictos internos en el área emocional, pues esta no es satisfactoria o ha quedado a un lado por ser considerada menos importante, llegando al extremo de la total negación o sublimación (desplazamiento o sustitución) por logros de orden intelectual.

No solo lo emocional resulta afectado, opina Coronel, sino que en general, la salud no es una prioridad entre nosotros. “Para el ecuatoriano debería ser primordial y un derecho el tener buena salud, pero la realidad es diferente, y esto se debe, en parte, porque abusamos de la comida”.

El 16% de los estadounidenses, por su parte, adujo que su salud y la de sus seres queridos les daba satisfacción y gratitud a medida que avanzaban en edad. “Estoy fuerte y sano, y aunque enfrento los cambios físicos de la edad, estoy haciendo lo que puedo para aplazarlos”, dijo un entrevistado. “Un médico que me ayude a mantenerme saludable y mejore mi calidad de vida, que me permita cuidar de mí mismo y vivir independientemente”, destacó otro. Aquellos que valoraron este aspecto se calificaron más alto que en las categorías anteriores: marcaron un 11% más en la escala de satisfacción.

Conservar a los amigos

Muy aparte de la familia y la pareja, uno de cada cinco estadounidenses habló a Pew de sus amigos como factores de significado y bienestar. “Nuestros mejores amigos viven cruzando la calle y los vemos seguido, nuestros hijos se tratan como hermanos y pasamos los momentos libres juntos”, dijo una mujer. “Somos tan cercanos que planeamos vacaciones juntos y es una experiencia asombrosa”, contó un padre de familia. En una escala del 0 al 10, los que cuidan de mantener cerca a los amigos puntuaron 6% más alto que aquellos que los olvidaron durante la encuesta. Y fueron casi tantas personas las que se preciaron de sus amigos como las que destacaron a sus parejas.

“El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, de agruparse y de ser parte de una comunidad, de una familia, de amistades u organizaciones sociales”, recuerda Pinto. Aquí hay una fuente de satisfacción con la que no siempre se cuenta: celebrar los logros de terceros, la felicidad compartida por el éxito no solo de los parientes, sino de los amigos.

El promedio de satisfacción en adultos es 6,7/10, según el centro estadounidense Pew.