Existen organizaciones que centralizan el poder y la toma de decisiones en pocas personas. Un líder debe generar un equipo de trabajo capaz de proponer y tomar decisiones sin depender de su presencia para que la organización sea sustentable en el tiempo.  La búsqueda equivocada del poder puede llevar a imponer el punto de vista de una persona en todo el entorno sin lograr la adecuada alineación y aceptación de los miembros de la organización. El pensamiento único, es decir una sola manera de ver y hacer las cosas, genera una organización dependiente o en otros casos sumisa frente a la autoridad.  Por otro lado, un líder que es consciente de sus propios límites está abierto y valora la retroalimentación de sus colaboradores.