El comerciante Washington Padilla ayudaba al pequeño Jerar, de 6 años, a probarse una guayabera y un pantalón que aspira a usar en su escuela el viernes de esta semana durante un evento que se tiene programado por las fiestas julianas.

Carlos Andino, el padre del menor, accedió a pagarle $ 17 por el conjunto más un gorro de Juan Pueblo en el mercado municipal de las cuatro manzanas, en el centro de Guayaquil.

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“Igual le va a quedar para el hermano de 3 años”, mencionó el hombre del menor, que consideró positivo que su hijo se reintegre a las clases presenciales para tener mejor desenvolvimiento a nivel académico y social.

Este año, luego de dos años de crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19, diversos planteles educativos de Guayaquil alistan programas especiales para los festejos dentro de instituciones educativas para conmemorar los 487 años del proceso fundacional de la urbe.

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Entre ellos, hay alumnos, como Jerar, que compartirán por primera vez los festejos julianos, ya que está en segundo grado y el anterior ciclo lo hizo de manera telemática.

Desde hace algunos días, el Mercado de Artículos Varios, así como otros establecimientos comerciales, mantiene la oferta de atuendos alusivos a las festividades.

El trajín en las calles céntricas y pasillos del mercado de las cuatro manzanas se empezó a intensificar esta semana con el auge de la exposición de vestimentas tanto para niños como niñas.

En el local 1217 del mercado, Padilla dijo que mantiene precios variados. Los conjuntos para varones (pantalón y guayabera) van de $ 14 a $ 22 y los vestidos celeste y blanco se venden desde $ 10 hasta $ 20, dependiendo de la talla. Estos vienen con gorro o paraguas.

El comerciante, al igual que otros colegas, mencionó que las ventas aún están en un 50 % en comparación con el movimiento de años previos a la pandemia.

“Se reactiva la economía gracias a Dios. A los padres les gusta que vayan a la escuela, asistan para que se eduquen mejor, con esto mejor para nosotros pues nos genera movimiento, queremos estar tratando de nivelarnos”, resaltó.

Romelia Cayambe, propietaria del local 630 de ese mismo mercado, que también alberga otro puesto de un hermano de ella, dijo que procura mantener precios económicos, que parten desde $ 5 para tallas pequeñas, ya que ella mismo cuenta con un taller.

Debido a la crisis sanitaria y las recientes movilizaciones, ella pasó de trabajar con tres a cuatro personas para la confección de trajes a solo una actualmente. “Me siento alegre, espero que todos vendamos”, dijo la mujer, quien contó otros factores para la reducción, como la mayor oferta de productos por más negocios.

Este año ella ya ha vendido 150 conjuntos y espera comercializar unos 100 más en los siguientes días.

Estos son los profesionales, artistas y deportistas que serán galardonados en la sesión conmemorativa del 25 de julio, por los 487 años de proceso fundacional de Guayaquil

Comercio en locales de la calle Sucre entre Lorenzo de Garaycoa y Montúfar. Foto: El Universo

En el inicio de esta semana, Évelyn Morocho, otra comerciante del mercado de las cuatro manzanas, mencionó que al día estaba vendiendo cuatro vestidos acompañados de paraguas, diademas, vinchas, sombreros, que parten desde $ 1 hasta $ 3. En los siguientes días, entre el 20 y el 22 de julio, ella dijo que espera el crecimiento al doble de ventas.

“Está mejorando poco a poco el negocio ya que durante dos años no hubo presentaciones por la pandemia”, comentó la comerciante, que atiende de 08:00 hasta las 19:00 en el local 857.

Por las fiestas, ella comentó que aún tiene una docena de vestimentas por cada talla desde la 26 hasta la 42.

La guayabera ya tiene su día y los comercios dedicados a la confección introducen modelos personalizados para mantener vigente la prenda de antaño

Varios locales de las calles Pío Montúfar, Sucre, Lorenzo de Garaycoa, 10 de Agosto y otros de los alrededores del Mercado Central también instalaron la exposición de vestidos celeste y blanco, así como trajes de hombre compuestos por guayabera y pantalón.

En el cruce de las dos primeras calles, entre Sucre y Pío Montúfar, Jairo Yaguachi, otro comerciante, recalcó que varios productos básicos para la confección, como las telas, han subido de precio, por lo que el margen de ganancia se ha reducido de $ 5 a $ 3 y $ 2 por conjunto vendido.

Por ejemplo, mencionó que el rollo de tela se incrementó al doble, pasó de $ 80 a $ 160. Para él, las autoridades deberían controlar esos incrementos de la materia prima, así como lo realiza con productos de primera necesidad en mercados.

En su puesto, uno de cada diez padres de familia se acerca a consultar y concreta la compra de prendas que se venden desde $ 6 hasta $ 25 los vestidos y de $ 12 a $ 18 los trajes de Juan Pueblo, mencionó. “La mayoría está cotizando”, dijo el comerciante, que espera aumenten también las compras por parte de los padres. (I)