Como grupo de amigos solían ir a comer ceviches a distintos restaurantes, de dos a tres veces por semana. En las pausas de sus labores como publicistas, debido a su afición culinaria, se daban esos gustos de explorar los sabores de los mariscos. En uno de esos recorridos se toparon y dialogaron con un chef peruano que les manifestó su idea de independizarse y a partir de ese encuentro empezaron a trabajar en el proyecto de abrir su propio negocio.

“Como íbamos frecuentemente (a comer ceviches) siempre decíamos ‘algún día’”, recuerda Jimmy Veintimilla, al narrar sobre los inicios del primer local abierto en diciembre pasado con sus socios.

Veintimilla junto con María Tey Montanel, ambos publicistas, además del chef peruano Ulises Lizano y Cecilia Arias, especialista en marketing, son los rostros detrás del restaurante Caraway, que se instaló en la av. Las Monjas como una nueva opción gastronómica que guarda el concepto de que acoge un mercado: variedad, sabor y frescura.

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En el local, situado en una vivienda de dos pisos decorada principalmente de colores turquesa y blanco, en Urdesa central, ellos recuerdan sobre el inicio de la marca que por su propia cuenta empujaron a base de sus conocimientos en sus ramas de especialidad: publicidad, marketing y gastronomía.

“Cuando quieres comprar pescado fresco, conchas, cangrejos, la típica que quieres hacer comida de este tipo siempre piensas en la Caraguay, donde vas a encontrar calidad y frescura; nos parecía algo superguayaquileño”, explica María Tey acerca de la idea que partió de Jimmy para poner el nombre que guarda similitud con el tradicional mercado de mariscos, aunque se escribe distinto.

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María Tey resalta que siempre han estado empujando marcas de otros emprendedores o empresarios y llevaban por años esa ilusión de crear la suya. Ellos mismos han puesto sus conocimientos en el concepto de la marca, administración, supervisión y los manejos comunicacionales de sus redes sociales para hacer exitoso su propio negocio e incluso han aportado con toques y nombres de los platillos.

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Unos 50 platos, entre ceviches, comida clásica y fusión, se muestran en el menú de este restaurante que tiene dos áreas, en la parte exterior y una interior, cuyo acceso llama la atención con un mesón decorado con mariscos frescos. En la oferta de comida, comenta María Tey, tienen incluso propuestas propias de sus socios, como por ejemplo un encebollado que lleva róbalo.

Siempre buscamos la variedad, frescura y colores de ese folclor que hay en el mercado, no solo en la Caraguay sino en cualquier mercado. También tener una variedad amplia como en un mercado y haciendo sentir el calor de la gente guayaquileña a quienes nos visitan

Jimmy Veintimilla, socio de Caraway
Un menú variado de ceviches, platos típicos y fusión de mariscos se ofrece en el restaurante Caraway Foto: El Universo

Ulises Lizano, chef del restaurante y otro de los socios, mencionó que tiene una amplia variedad de platos y que busca emular lo hecho por Gastón Acurio en Perú, con comida típica que tenga un toque refinado. “Darle ese matiz más de presentación gourmet, con ciertos cambios, pero manteniendo la esencia de la comida, esa ha sido la idea de seguir esa ruta”, menciona.

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Entre los platos más destacados, el chef hace recomendaciones en caso de visitar el local: la tonga de mariscos, que se basa en una fusión de un risotto de mariscos con la tonga local; el rompechuchaqui, que es una variedad de leche de tigre con chicharrones de calamar; y el trifásico, que se considera una aventura gastronómica ya que se puede hacer una selección de tres variedades que se le antoje al usuario, entre esos el ceviche peruano, arissotado de mariscos y unos chicharrones de calamar.

“Puedes moldearlo a tu gusto, a tu paladar, ese mismo plato puedes consumirlo tres o cuatro veces esa misma semana y nunca ser el mismo, puede variar y adecuar a tu paladar”, explicó el chef, quien agrega que esa zona tiene un doble movimiento tanto de oficinistas en días laborables como de grupos familiares principalmente los fines de semana.

Veintimilla, Montanel y Lizano en uno de los rincones que dan la bienvenida a los clientes que llegan a Caraway. Foto: Jorge Guzmán

María Tey recalca que en el restaurante buscan ofrecer variedad de ceviches: peruano, guayaco, manaba (con maní), el pelucón (con jugo de maracuyá y mango) y vegano. Además, se reciben sugerencias de clientes que gusten de elaboraciones propias y que, como el resto de opciones, se hacen al instante.

“Nuestra idea siempre es tener todos los mariscos frescos, además trabajamos con proveedores certificados, tenemos una calidad con medida, todo sumamente controlado en buenas prácticas de manufactura y cadena de frío que son importantes cuando hablamos de mariscos”, comentó.

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Ellos cuentan que el primer local se aprestaban a abrir en Puerto Santa Ana en el primer confinamiento por el inicio de la pandemia en el país, por lo que se detuvo la idea. Luego, con la reactivación económica, en octubre del año anterior empezaron a realizar adecuaciones y lograron abrir la primera sede dos meses después en la av. Las Monjas, una de las vías principales de Urdesa.

Ahora, después de nueve meses de operaciones, los usuarios acuden desde varios sectores de la urbe, sea del centro, norte y sur de Guayaquil, incluso de otras localidades como Machala y Cuenca. Copan a diario su primer local que tiene una capacidad de 100 personas e incluso los fines de semana hay gente esperando por mesas.

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Ante la buena respuesta de los clientes planean abrir dos nuevos locales, posiblemente en la cdla. Kennedy y Samborondón. Incluso ya están finiquitados varios procesos para explorar la posibilidad de franquicias en Cuenca y Quito, localidades desde donde han tenido propuestas.

Los socios de Caraway resaltan que el sitio se ha ido dando a conocer con las recomendaciones “boca a boca” de sus clientes y las campañas promocionales que mantienen en redes sociales.

“Hoy le hablas a alguien, ya hacen la referencia del mercado y la cevichería”, agrega el chef. Tey Montaney, Veintimilla y Arias tratan de compartir sus actividades laborales de publicidad y marketing con el apoyo de distintas tareas del restaurante, mientras el chef Lizano pasa la mayoría del tiempo en el local.

Como anécdota jocosa, María Tey cuenta que en los primeros meses un amigo invitó a una chica a almorzar mencionando solo el nombre del restaurante, sin embargo, ella lo confundió con el mercado de mariscos y le hizo una observación sobre lo lejano que quedaba pensando que se trataba del sitio tradicional del sur.

Al final, ambos terminaron yendo juntos al restaurante. “Le dije a mi amigo: ‘Por lo menos no te dijo que no quiere ir y vino, o sea que le gustas’; al principio le pasaba a la gente”, comentó ella.

Las presentaciones de los platos, además de cocteles, y la decoración del sitio con frases típicas de la cultura local, como “Después de un ceviche y una helada no me hace falta es nada, ni siquiera tú” y “Hoy no fío, mañana sí”, llaman la atención de los asistentes durante su estadía.

Diversidad de ceviches y elaboraciones típicas y fusión se cuentan en el menú de Caraway. El chef Ulises Lizano en un mesón donde se exponen varios mariscos. Foto: El Universo

Caraway se sitúa en Las Monjas y calle Cuarta, de Urdesa, y atiende en horarios de 09:00 a 18:00 de martes a domingos y los lunes de 09:00 a 15:30. El menú de bocados y platos puede variar con opciones de $ 4, como el caso de los bollos de pescado, hasta $ 18 y $ 33, con las conchas y ostras. (I)