Con palos, escobas y saquillos, cinco policías retiraron colchonetas, tapetes, sábanas, ropa y hasta armas blancas de la terraza de una casa comunal cedida a una empresa pública que permanece abandonada, en la cooperativa Guerreros del Fortín, en el noroeste de la ciudad.

Esta fue una de las alertas que se dieron en la mesa intersectorial comunitaria organizada por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), donde participaron vecinos de esa cooperativa, representantes de la Policía Nacional, Ministerio de Salud Pública, delegados de centros educativos, entre otros representantes más.

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Vecinos de esta cooperativa explicaron que el problema principal es la gran cantidad de consumidores de droga, conocidos como “hacheros”, además de recicladores que deambulan por la zona del parque y que algunos se han alojado a vivir en ese espacio.

En la cooperativa Guerreros del Fortín se realizó la mesa de trabajo comunitario para conocer la problemática de vecinos en temas sociales, de salud, seguridad, etc. Foto: Carlos Barros - El Universo. Foto: El Universo

Xavier Salgado, coordinador territorial de Fortín Zonal 8 en el MIES, explicó que se realizó la mesa comunitaria para que los vecinos expresaran cuáles son las principales problemáticas en todos los ámbitos. “Lo principal es coordinar acciones inmediatas en seguridad, en salud o fundaciones de las personas que residen en esta zona. Se empezó con retirar lo que han dejado los consumidores en la terraza”, comentó.

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Uniformados de la Policía desarmaron refugio de hacheros en la cooperativa Guerreros del Fortín. Foto: Carlos Barros - El Universo. Foto: El Universo

Wilmer Carpio, jefe del circuito Nueva Prosperina de la Policía Nacional, comentó que en la zona hay muchos consumidores y que desde hace meses se ha incrementado la vigilancia. “Hemos encontrado algunas armas blancas, cuchillos, estiletes, desarmadores. Fue una acción inmediata para destruir el foco de infección que hay aquí”, comentó.

Ángela Chávez, líder barrial del Fortín, explicó que la mayor incidencia de enfermos es de jóvenes que caen en la droga. “Esto es una enfermedad terrible; todos los síntomas que presentan... Se los atiende en el centro de salud. Hay que evitar que ellos salgan de su casa. Otro problema son los mosquitos, porque en una tapa de cola con agua ahí se crían; debe haber más fumigación aquí; hemos hecho mingas”, explicó.

El líder comunitario explicó que desean que haya una integración total para empezar con proyecto de mejoras. “El consumo de drogas es lo que más nos aqueja. Este parque no es cerrado, los consumidores entran; ya los niños ni podemos hacerlos ingresar, ya a partir de las cuatro de la tarde ningún niño ni padre ingresa al parque”, explicó el doctor.

En otros sectores de la ciudad

Pero esa problemática no solo aqueja a zonas de Guerreros del Fortín. Puentes a desnivel y terrenos vacíos de varios sectores se han convertido en refugios no solo de consumidores, sino de extranjeros sin techo.

El comandante Jaime Dávalos, jefe del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano de Guayaquil, comentó que tres veces por semana realizan operativos de desalojo en la parte baja de los puentes a desnivel de las avenidas Francisco de Orellana, Juan Tanca Marenco, avenida de las Américas, norte de la ciudad, principalmente.

“Allí llegan con cartones, colchones, carricoches, con un sinnúmero de utensilios, hasta armas blancas”, comentó Dávalos.

“Estas personas se vuelven a provisionar de esas vituallas y vuelven a los mismos sitios. Por eso la ciudadanía debe estar atenta a estos sectores, para dar la alarma y poder evitar peores situaciones”, explicó. (I)