Génesis Guamán avanzó descalza mientras empujaba la silla de ruedas de su abuelo Jorge Cabanilla. De esa manera, ella participó en la romería número 29 del Divino Niño la tarde de este 25 de diciembre, en Durán.

Cargados con cuadros y pequeñas imágenes del Divino Niño, decenas de fieles se sumaron a la romería de esta advocación que circuló a lo largo de la calle Heriberto Baidal, en el cruce de la avenida Manuel Cisneros, en dirección al santuario.

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A las 15:00 aproximadamente, los fieles partieron desde el punto y, luego de una hora, en medio de oraciones y cánticos, llegaron al santuario.

Monseñor Aníbal Nieto, obispo de la Diócesis de San Jacinto, encabezó el recorrido. Seguido de él y otros religiosos, un cordón policial resguardó el paso de la carroza que llevaba a la imagen del Divino Niño.

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A lo largo del recorrido, uniformados de la Policía y Fuerzas Armadas realizaron patrullajes y se ubicaron en puntos estratégicos. En la avenida Baidal y cercanías del santuario se observaron al menos cinco vehículos tácticos de uso militar, así como camionetas con uniformados.

Ángela Cañarte, moradora del cerro Las Cabras, cargó sobre la cabeza una imagen grande del Divino Niño para exponer su devoción a la advocación. Foto: José Beltrán

En el trayecto de la romería, de alrededor de 1,5 kilómetros, Guamán, moradora de Ferroviaria 3, expuso su sacrificio para pedir por la salud de sus padres y otros familiares.

“Por fe venimos siempre. Es una alegría asistir”, dijo ella, que por quinta vez participó en la romería.

Entre sus pedidos, además, solicitó en sus oraciones por un hijo que deberá someterse a una operación de hernia en un área de sus partes íntimas.

María Jalca, moradora Santa Rosa, también participó por quinta vez en el recorrido. Ella remarcó que en sus oraciones pedía por la paz del cantón, que afronta problemas de seguridad.

“Agradecer por la estabilidad en mi hogar y mi familia”, remarcó la mujer, de 74 años.

Otra mujer, Ángela Cañarte, moradora del cerro Las Cabras, cargó sobre la cabeza una imagen grande del Divino Niño para exponer su devoción a la advocación, mientras oraba para agradecer y exponer sus pedidos.

“Vengo todos los años. He pedido tenerme bien a mí y mi familia”, expuso.

Ella estuvo acompañada de su hermana Maritza Cañarte. Esta última remarcó que desde su niñez han acudido con su madre, pero ella esta vez no pudo realizar el recorrido por salud.

Antes de la romería, la imagen realizó un sobrevuelo en el cantón para dar una bendición y pedir por la paz del cantón y el país. Luego del recorrido, el padre Nieto realizó una misa en el patio interior del santuario. (I)