La inmunización contra el COVID-19 aún se mantiene como prioridad para mantener el control de la pandemia en Ecuador, que ya cumplió dos años desde que se detectó el primer caso. El Ministerio de Salud (MSP) ahora impulsa la vacunación de refuerzo desde los 12 años y también para pacientes que tengan alguna enfermedad inmuno deficiente.

Al momento hay 14′227.865 ciudadanos con la primera dosis y 13′573.417 ciudadanos con segundas dosis a nivel nacional, según el vacunómetro.

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Pese a los esfuerzos, hay ciudadanos que aún no desean vacunarse por dudas en la eficacia, enfermedades o creencias religiosas. No obstante, hay un segmento de la población que estaba reacia a vacunarse, pero después de haberse contagiado este año ha decidido inocularse.


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María sobrevivió al COVID-19 en Estados Unidos, regresó a Ecuador para recuperarse junto a su familia y ya se vacunó. Foto: Cortesía. Foto: El Universo

“La pesadilla no solo fue para mí, sino también para mi familia”

Bertha, de 74 años, estuvo hospitalizada en Estados Unidos y se recuperó con su familia en Ecuador.

“Soy antivacunas, no porque no crea en ellas, sino que considero que todo tiene su proceso para confiar, a más de que consideraba que el COVID-19 era solo una gripe fuerte”, dice la adulta mayor.

Esta ecuatoriana se contagió en Estados Unidos, pese a que se había estado cuidando. Todo iba bien hasta diciembre del 2021. El 23 de diciembre unos amigos fueron a pasar con ellos en la Florida. Y unos días después su esposo comenzó con fiebre, dolor de cabeza y tos. Llamó a la doctora y los mandaron a hacer la prueba del COVID-19.

El resultado fue positivo para su esposo y negativo para ella. No obstante, el 3 de enero de 2022 ella comenzó a sentir fiebre y dolor de cabeza. Otra vez llamó a la doctora y le envió medicación asumiendo que también debía estar contagiada.

Su condición empeoró y fue a parar al hospital, dos veces. ”Cuando me hospitalizan (la segunda vez) con una saturación de 84. Aquí comienza mi pesadilla, oxígeno (por la nariz), infinidad de medicamentos por vía oral e intravenosa, llega un momento en que ya no encontraban mis venas, estaba toda morada por todos lados”, recuerda.

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Luego de seis días la enviaron a su casa, no porque estaba recuperada, sino porque ya el seguro no quería seguir pagando el tratamiento, ya no había fondos. “Cuando me envían a casa, no podía ni caminar...”, dice.

Una nieta la fue a recoger a Estados Unidos. Con ella regresó a Ecuador para continuar con los cuidados. “Al momento estamos en tratamiento, pero aún me canso, me falta la respiración si camino mucho o subo escaleras, dice el doctor que mis pulmones están bien, mas, tengo deficiencia cardiaca producto de la enfermedad”, sostiene.

Debo someterme a un par de exámenes más para saber exactamente hasta dónde está el daño.

“La pesadilla no fue solo para mí, sino también para mi familia”, reconoce la mujer que decidió vacunarse para tratar de evitar volver a pasar este complejo episodio.

“Justo el día de hoy (jueves) nos acabamos de poner la segunda dosis de la vacuna, no porque me agrade, pero mis hijos y nietos dijeron que no querían volver a pasar por la misma situación nuevamente”.

Pacientes deben continuar con tratamiento y seguimiento luego de salir del virus. Foto referencial: José Beltrán. Foto: El Universo

“No quería vacunarse, le tocó sobrevivir un mes en UCI, fue un verdadero milagro porque es diabético e hipertenso”

Juan, de 51 años, y su mamá eran los únicos en la familia que no se habían vacunado. Él se enfermó y estuvo un mes en UCI. Ahora ambos se vacunarán apenas él se recupere.

“Mi familiar no quería vacunarse, convenció a la mamá que tampoco lo haga, el resto de la familia ya estábamos todos con nuestras dosis respectivas de inmunización”, dice un pariente de Juan que relata los angustiosos momentos que él pasó al no estar inoculado.

La familia cree que Juan se enfermó en el trabajo a inicios de enero. Lo trajeron a Guayaquil, llegó al hospital con el 80 % de neumonía. Lo ingresaron a la clínica con cánula de alto flujo a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para intubarlo.

“Como familia estuvimos muy mal porque fue un proceso que se desarrollaba para salvarle la vida contra todo pronóstico por el peso alto, con complicaciones de base como hipertenso y diabético y de paso no vacunado”, dice el pariente.

Ha pasado momentos duros en la clínica, pero ha evolucionado”. Nos mandó un video en donde ya puede hablar, le sacaron ya el tubo, ya respira por su cuenta, eso es un milagro”, indica.

Él está tranquilo y ha reflexionado sobre los riesgo. Ahora aceptó vacunarse y debido a su caso tan delicado la mamá también decidió hacerlo. “Lastimosamente hubo que llegar a estas condiciones para ahora sí aceptar vacunarse. Vamos a continuar con el tratamiento con todos los cuidados médicos porque esta enfermedad es muy complicada, nos da mucho temor”, cuenta el familiar del paciente. (I)