Luego de más de un año de la pandemia de COVID-19, diversas zonas de Guayaquil han vuelto a presentar el ritmo comercial que llevaban antes de la llegada de esta enfermedad, que ha causado miles de muertes en la urbe porteña.

Uno de los polos de desarrollo comercial que han registrado un importante crecimiento en los últimos años es la vía a la costa. Decenas de establecimientos que ofrecen una variedad de servicios y productos se han instalado en este sector.

En este segundo semestre del 2021, los negocios buscan recuperar las pérdidas que les causó la cuarentena por el COVID-19 entre marzo y abril del 2020, así como por el encierro parcial los fines de semana entre abril y mayo del presente año.

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José Sánchez es administrador en un restaurante en el centro comercial Costalmar. Explicó que las familias que viven en urbanizaciones de la zona ya acuden con más frecuencia.

“El servicio a domicilio nos ayudó muchísimo en la cuarentena. Está claro que no nos daba las mismas ganancias que antes de la pandemia. Ahora estamos respetando el aforo, el distanciamiento entre comensales, y estamos teniendo mejores resultados en los últimos días”, manifestó Sánchez.

La empresa privada también ha invertido en esta zona en los últimos meses. En mayo pasado, Almacenes Tía abrió un nuevo local en el kilómetro 10,5 junto a la urbanización Belo Horizonte.

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Con una inversión de más de dos millones de dólares fue creado este establecimiento, en el cual se abrieron 32 plazas de trabajo. El sitio tiene un área de más de 4.500 metros cuadrados.

Este local ofrece varios servicios, como compras a través de una aplicación móvil o WhatsApp, por la que los clientes reciben sus productos en el interior de sus vehículos.

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Todos estos mecanismos se han adaptado para evitar la propagación del COVID-19 y para respetar las medidas del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) respecto al aforo permitido.

A lo largo de la vía a la costa están apostadas varias parroquias y recintos. Narcisa Tobar es propietaria de una papelería en Chongón. Sostuvo que las últimas semanas se ha registrado un incremento en sus ganancias, debido al regreso a clases en la región Costa.

“El año pasado pasamos semanas difíciles. Dejamos de trabajar un mes. Yo no abrí porque tenía miedo de contagiarme. Hasta pensé en cerrar el local definitivamente por el miedo, pero nos mantuvimos. Ahora casi estamos vendiendo como antes del COVID”, manifestó la ciudadana.

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Y explicó, por ejemplo, que en este mes se han normalizado las ventas. “Diría que hemos subido en un 80 % los ingresos. Pienso en abrir una pequeña heladería incluso”, contó Tobar.

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En la misma parroquia, Ramón Olvera oferta alimentos preparados cerca del Centro de Atención Municipal Integral (CAMI). El ciudadano manifestó que comenzó esta actividad a inicios del presente año, pues lo despidieron de su trabajo en octubre.

“Seguimos trabajando. Hay días buenos, otros días malos, pero así mismo es esto. Veo que hay mucho más movimiento, la gente sale más”, sostuvo Olvera.

Uno de los puntos donde arriban personas en la vía a la costa es el balneario Puerto Hondo. Junto a la carretera está posicionado el paradero gastronómico.

Platos típicos como arroz con menestra, guatita y maduros con queso se expenden en este sitio.

“Nosotros no paramos. Aquí vienen conductores y personas que trabajan en esta zona. Ya desde el año pasado mismo retomamos las actividades. Siempre en los feriados nos va muy bien, también los fines de semana”, manifestó Xiomara Aguirre, vendedora.

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Asimismo, vendedores informales apostados sobre el peaje Chongón indicaron que en los últimos fines de semana han mejorado sus ingresos.

A unos diez metros de las cabinas, Andrés Paredes ofrece juegos de plástico para niños. Otros comerciantes expenden dulces, revistas, ropa.

“El sábado (26) me hice 60 dólares, ese día salieron bastantes carros. Yo vivo de esto, porque también soy albañil pero no he tenido trabajos. Sí hay más movimiento en estos días”, manifestó Paredes.

Semanas atrás, varios ciudadanos incluso se apostaron sobre la vía secundaria para vender frutas y legumbres en el interior de sus vehículos. No obstante, la acción fue suspendida luego de controles por parte de agentes municipales. (I)