La sesión solemne del Municipio de Guayaquil por los 204 años de independencia del Puerto Principal del Ecuador se realizó pasadas las 18:00 de este miércoles, 9 de octubre, en la plaza Centenario, centro de la urbe porteña, más de dos horas después de la que organizó el Ejecutivo en la sede de la Gobernación del Guayas.
El distanciamiento entre el presidente de la República, Daniel Noboa, y el alcalde porteño, Aquiles Alvarez, es de dominio público y se acentuó luego de la denuncia del Gobierno contra la empresa del grupo familiar del personero municipal por un presunto caso de comercialización ilegal de combustibles.
Publicidad
El alcalde guayaquileño llegó a la plaza Centenario a las 17:13, diecisiete minutos antes de la hora a la que había sido convocada la sesión que él presidió. A su arribo a la locación había pocos asistentes y Alvarez saludó con algunos.
Entre ellos hubo quienes ondearon las banderas celeste y blanco de la ciudad y gritaron vítores por la Perla del Pacífico, como se conoce a Guayaquil.
Publicidad
La ceremonia se inició a las 18:06 y entre las primeras actividades tuvo la entrega de la Condecoración Jaime Nebot Saadi a la Benemérita Sociedad de Beneficencia de Señoras, a Kiara Rodríguez España (atleta con discapacidad física), al Ing. Bruno Leone Pignataro y al Dr. Humberto Moya Flores, por su dedicación al servicio de la sociedad de la urbe.
Luego de la entrega de preseas, veinte minutos después, el alcalde Alvarez se dirigió a los asistentes en un discurso no muy extenso. “Cortito y al pie, como se dice en el fútbol”, dijo al terminar su alocución que se mantuvo hasta las 18:42.
Agradeció a los candidatos presidenciales que estuvieron allí, como Henry Cucalón, Henry Kronfle, Luisa González, entre otros.
Empezó hablando del significado de la independencia para la ciudad y para los guayaquileños y dijo que se referiría poco a las obras de su gestión, tal como se suele estilar en este tipo de sesiones.
El personero hizo énfasis en la historia, recordó que por 22 meses Guayaquil fue una república independiente. La ciudad se independizó a sí misma y luchó por la independencia de las demás, dijo.
Más de 200 millones de dólares se han invertido en su gestión de algo más de un año, refirió Alvarez y mencionó los sectores beneficiados con esas obras, desde la vía a la costa hasta el suburbio, incluyendo las zonas de la periferia ubicadas en el noroeste.
Y entonces, al igual que en su discurso de las fiestas julianas, el personero municipal habló de equidad. Esa, dijo, es una lucha constante ya que la libertad es tener una vida que no signifique peligro.
“Nacimos libres y seguiremos por ese camino. Hemos resistido a múltiples amenazas, a las físicas y a las humanas. A las que provocan daño por su intensidad y a las que causan más daño por su pequeñez intelectual y espiritual. Hemos resistido y hemos avanzado, porque Guayaquil no se somete a injusticias ni a arbitrarios, a impostores o a imposiciones. El guayaco percibe y en el caminar saca a los falsos, mentirosos”, mencionó Alvarez.
En esa línea, en su discurso llamó a defender la libertad por “nosotros y por nuestras familias”.
“Así que, guayaquileños de cepa, arrechos e independientes siempre”, remarcó y continuó: “Guayaquil siempre será luz en tiempos de oscuridad que hoy lo vivimos, pero mientras Dios me dé fuerza y vida gritaré siempre: ‘Viva Guayaquil libre e independiente’”, y llamó a los asistentes a ponerse de pie: “¡Párense, carajo!”, dijo sonriente el personero municipal.
La sesión culminó poco antes de las 19:00 con el himno a Guayaquil. (I)