Durante las celebraciones para recibir el Año Nuevo, la mayoría de personas utilizan pirotecnia. En Ecuador, tradicionalmente, durante los últimos minutos de cada 31 de diciembre se queman monigotes en las calles para despedir el año.
El fuerte sonido de la pirotecnia afecta a las mascotas, quienes sufren problemas de estrés, dolor, miedo.
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Mateo Peña, de Villa Canina, recomendó a los dueños de mascotas que durante la mañana o tarde del 31 saquen a sus perritos para hacer ejercicios físicos, extendiéndose por varios minutos en comparación con los paseos diarios. “Así el perrito podrá descansar un poco más en la noche y soportar el ruido”, dijo.
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Otra recomendación es colocarle tapones en las orejas y encerrarlo en un cuarto o en un ambiente seguro, y ponerle música clásica entre la noche del 31 de diciembre y la madrugada del 1 de enero.
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Peña agregó que es recomendable colocarle a la mascota una placa con el nombre y números de teléfonos del dueño, en caso de que escape de la casa por el ruido.
“Hay que hacerle la socialización desde antes. ¿Qué quiere decir eso? Que ya unas semanas antes todas las noches lo dejas una o dos horas con ese tipo de música encerrado, con la luz prendida y todo en calma, para que vea que eso es lo normal”, dijo.
Marjorie Santos, médica veterinaria, explicó que no es recomendable aplicarles sedantes a las mascotas. “No es bueno, el animalito se mantendría todo sedado, pero a la vez él va a escuchar los ruidos”, indicó.
Señaló que en algunos casos, los dueños deberían cargar a sus mascotas para calmarlas, o encerrarlas en una habitación con música suave y alguna prenda de vestir con el olor de sus propietarios.
Santos contó que en varias ocasiones, cada 1 de enero, ha recibido a mascotas con episodios de nervios debido al ruido de la pirotecnia durante las fiestas de Año Nuevo.
“Llegan temblando, se orinan a cada rato, asustados, a la defensiva, no quieren que nadie lo toque, su ritmo cardiaco aumenta. Son pocos los casos pero sí pasa”, manifestó la veterinaria, quien atiende en Pelusa Pets.
Gustavo Ferrari, de la firma Happy Puppy Tail, explicó que el contacto visual y físico entre la mascota y su dueño les proporciona mayor estabilidad y tranquilidad en momentos de mucha tensión.
“No dejarlos solos en patios ni atarlos con cadenas, en lo posible dejarlos en cuartos cerrados no muy grandes donde no tengan la posibilidad de lastimarse con objetos”, dijo. (I)