El deportista Wilson Caicedo cantaba la canción Mi querido viejo al pie de la tumba de su padre, Colón Caicedo, en el Cementerio General de Guayaquil este domingo, 2 de noviembre.
Hoy, que se conmemora el Día de los Fieles Difuntos, miles de guayaquileños acudieron al Cementerio General y al camposanto Ángel María Canals para visitar a sus seres queridos que han partido.
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En el caso de Wilson, él llegó a limpiar la tumba de su padre y a llevarle rosas, además de cantarle una serenata temprano, ya que le toca viajar a otra ciudad.
“Mis hermanos, que están en el exterior, me dijeron: ‘Ve, cántale a mi padre de parte de nosotros, que no podemos ir’. Por eso vine, él me pidió que no lo olvidemos, fue un gran padre y hoy vine a cantarle”, comentó.
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Añadió que su papá falleció en mayo de 2010, hace quince años, debido a un cáncer de estómago.
“Él crio a ocho hijos, mi mamá nos dejó y él nos dio todo. A mí siempre me motivó al deporte, me hice atleta. Siempre compito y corro en competencias, cada que gano le dedico a Dios y a él mis triunfos”, expuso.
En el Cementerio General se dieron actividades simbólicas, como música en vivo y espacios de conexión espiritual, en las que se entregaban flores blancas al ingreso de los visitantes.
En la puerta 13, por ejemplo, hubo un espacio con arcos de flores blancas, dedicatorias, música en vivo y misa campal llamado Portal de la Eternidad.
Miles de personas coparon los corredores y los bloques en esa zona del cementerio.
Allí muchos ciudadanos aprovecharon para trabajar con sus escaleras con el fin de limpiar, pintar y adornar las lápidas de los seres queridos. Ellos cobraban desde $ 1.
Ciudadanos también aprovecharon para comprar coronas de flores, arreglos que iban desde $ 1 hasta los $ 15 en los exteriores.
Juan Carlos Barzola, otro visitante, compró una corona pequeña con flores moradas y blancas, que le costó $ 5, en el ingreso de la puerta 15, diagonal al Instituto de Neurociencias.
“Vine a visitar a mis familiares, pasé por la tumba de mi amigo, no tenía ni una rosa y me salí a comprarle”, comentó el guayaquileño.
Algunos ciudadanos también estaban perdidos, ya que no encontraban la tumba de su ser querido y se acercaron a personas de atención de la Junta para que los guíen.
“Será que hay tanta gente que ya no me ubico”, lamentó Génesis Lama, quien estaba perdida con su familia.
El Cementerio General se mantiene abierto hasta las 19:00. Guardias de seguridad se encuentran en los ingresos y dentro del lugar.
Mientras que en el Ángel María Canals, en el suburbio, hubo resguardo militar, de la Policía y de personal de Segura EP para vigilar la llegada de miles de personas que se dieron cita durante las primeras horas de la mañana.
En las primeras horas de este domingo se restringió el paso en el tramo de la calle 42, donde está la entrada principal. Allí se ubicaron comerciantes de flores, comida, agua, entre otros productos. (I)