La final de la Copa Libertadores encendió el ambiente de fiesta en la ciudad. Taxistas se preparan para recibir a turistas aprendiendo palabras y frases básicas en portugués, asimismo propietarios de bares y restaurantes, sobre todo, aquellos que llegaron desde Brasil a colocar un granito de su cultura en la urbe porteña.
De diferentes ciudades del país, los dueños de restaurantes elevan sus expectativas para la semana del 29 de octubre. Ellos afirman que su ‘gancho’ será hacer que los brasileños se sientan en casa con la comida típica y el ambiente cálido y de fiesta propio de su país.
Publicidad
Cuatro brasileños que llegaron a la ciudad hace más de cinco años preparan actividades especiales para el fin de semana del encuentro deportivo que se celebrará en el estadio Banco Pichincha entre el Flamengo y Athletico Paranaense.
Andrés, ‘el Guri’, propietario de El Churrasquim del Negro: La idea es degustar carnes al aire libre
El concepto de una churrasquería, que es una forma de asar carnes a cocción lenta en espetos (espadas), llegó de la mano de Andrés, el Guri, a Guayaquil. Él es de Porto Alegre, una ciudad del sur de Brasil, una zona en donde es tradicional realizar asados de este tipo.
Publicidad
Desde 2012 impulsó la idea de presentar los cortes como la picanha y la maminha y, de esta manera, posicionar un poco de Brasil en la ciudad. El concepto que se maneja en El Churrasquim del Negro es uno que solo existe en pueblos pequeños en Rio Grande do Sul, el estado donde queda Porto Alegre. Allí no hay restaurantes y los comensales van a comer a la casa del guri o guria que es el asador oficial.
La churrasquería se ubica en un mirador privado en la avenida Las Aguas. “Es degustar carnes al aire libre, en un ambiente rústico y servidas desde la churrasquería a la mesa, es un espectáculo. Además, se ofrece la farofa (guarnición a base de harina de yuca deshidratada con doce especias)”, cuenta Jennifer Moreno, esposa del propietario.
El establecimiento se maneja bajo reserva ya que al ser carnes asadas en cocción lenta la preparación toma entre dos y tres horas.
Para la final de la Libertadores, la churrasquería junto con CCB Conecta con Brasil (academia de portugués) tienen preparados varios eventos denominados pré-jogo (previa del juego) tanto para aficionados ecuatorianos como brasileños que arribarán al país a finales de octubre.
El viernes 28, de 17:00 a 02:00, se abren las puertas del local en la avenida Las Aguas para hinchas y público en general. Es una fiesta en la que se cancela una cuota de $ 5 y se disfruta de los productos del establecimiento y de otras marcas.
El sábado, en cambio, se realizará una fiesta privada para 1.200 brasileños de 09:00 a 14:00. La actividad es algo tradicional que disfrutan los hinchas antes del partido que se realizará en el Monumental.
Luego, desde las 14:00, se abre nuevamente al público y se proyectará el partido de la final. “Esperamos que aquellas personas, los 1.200 brasileños que celebraron en la mañana, regresen y celebren al campeón, nos llena de expectativa”, comenta Moreno.
Christiane Texeira, propietaria de Tapiocafé: La ‘feijoada’ es el enganche para que los turistas se sientan en casa
Christiane Texeira da Silva es de Fortaleza, capital de Ceará, en el noreste de Brasil. Una ciudad con clima cálido, parecido al de Guayaquil. Ella junto con su esposo, Arturo Puchaicela, fundaron Tapiocafé, un restaurante que se caracteriza por preparar platillos típicos de ese país como la tapioca y la feijoada.
En Guayaquil está desde 2016, en ese año fue cuando buscó dentro de los restaurantes locales alguno que ofrezca parte de la gastronomía de su país, pero no encontró. “No me acostumbraba a la comida ecuatoriana y yo buscaba comer algo de Brasil”, relata.
Fue en ese momento cuando emprendió. Texeira tenía un comedor en su ciudad natal y en Ecuador lo que hizo fue replicar sus conocimientos culinarios y ofrecer al público platillos con recetas originales.
La tapioca, que fue lo que inspiró el nombre del local, es su plato estrella. Esta es una especie de crepé rellena de pollo, chocolate o queso y que se prepara con yuca, agua y sal.
El açai también fue uno de los primeros productos que ofreció, luego expandió su catálogo y añadió bocadillos de sal y dulce, además del rodizio de carnes y la feijoada que se ofrece los fines de semana en su local en Aurora Bistro Plaza.
El 40 % de la clientela del restaurante forma parte de la comunidad brasileña en Guayaquil y el resto son aficionados ecuatorianos a la gastronomía de ese país.
Ahora, para la final de la Libertadores, prevé recibir a turistas que llegarán mayormente desde Curitiba y Río de Janeiro. Para ese fin de semana, afirma, la feijoada y los bocadillos serán el enganche. “Algunos brasileños ya me han contactado preguntando qué tendremos para esos días y les he dicho que la feijoada será lo fijo y principal”.
Pedro Silvestre, de Açai Concept: En Guayaquil hay un poquito de Brasil en cada una de su gente
Con fruta, mantequilla de maní y un sabor refrescante por su textura, el açai atrapa a paladares tanto guayaquileños como brasileños que están radicados en la ciudad. Pedro Silvestre Júnior trajo a Guayaquil la franquicia de Açai Concept, una marca reconocida en Brasil y que en Ecuador ya tiene al menos siete locales. Él es de Maceió, una ciudad costera en el nordeste de ese país.
“Vine a conocer Ecuador y vi personas maravillosas, me encantó el país y vimos un mercado virgen para nuestro producto”, cuenta Pedro, quien llegó a Ecuador desde hace un año y cinco meses. Él hace una semejanza y dice que el açai es como el encebollado para el ecuatoriano, es decir, algo que todo el mundo conoce y disfruta a cualquier hora.
Se trata de una fruta pequeña, morada, del tamaño de una uva, que nace de una palma nativa de la Amazonía de Brasil. A Guayaquil la pulpa llega compacta, congelada, lista para procesarse y combinar con frutas y más de doce acompañamientos.
La idea, según Silvestre, es posicionar este superalimento no solo enfocado en los deportistas. En la ciudad, afirma, aquellas personas que practican jiu-jitsu son los principales clientes. “Comer el açai es toda una cultura que de a poco ha ido ganando terreno dentro de la ciudad.
Para la final de la Libertadores, la marca auspiciará varias actividades en las que se espera la presencia de aficionados de ambos equipos e hinchas ecuatorianos. Sin embargo, aunque dice que desea que los brasileños prueben su producto, espera que ellos degusten la comida ecuatoriana. “Presentamos nuestro producto, pero decimos que vengan y conozcan la cultura ecuatoriana”.
Danielle Maia Landívar, propietaria de Delicias Cariocas: Todos vamos a disfrutar y celebrar con comida
Desde 2016, Danielle Maia Landívar vive en Guayaquil. Ella es originaria de Río de Janeiro, una ciudad que asegura tiene similitudes con el Puerto Principal por el clima y la calidez de las personas. Junto con su esposo emprendieron hace cuatro años un negocio que comercializa el tradicional y reconocido açai y bocadillos de sal. Son dos marcas, una de ellas franquiciada, que se fusionan en un mismo local.
Ella cuenta que al instalarse en Ecuador decidió elaborar bocadillos tal como lo hacía su madre bajo el nombre de Delicias Cariocas. Fue así que empezó con la preparación de las coxinhas, que son una especie de croquetas rellenas con forma de una pierna de pollo; los rissole de camarão, una empanada con camarón, y demás croquetas, tartaletas y bolitas rellenas con base de yuca. Unas quince variedades de este tipo de bocaditos ofrece el local que antes solo se manejaba a domicilio.
Danielle dice que al estar ubicada en el centro, en Víctor Manuel Rendón y Córdova, está más cerca del corazón de la ciudad y de los turistas de diferentes partes del país que llegan. “Ahora, con la final de la Copa tenemos alta expectativa por la gente que se va a alojar en los hoteles o que va a visitar el centro durante su estancia”, comenta.
De hecho, en esta semana prevé visitar hoteles y dejar información para que los visitantes brasileños lleguen a su local en esos días. (I)