Cuando estudiaba la secundaria en el Baylor Military Academy, en Estados Unidos, Luis Estrada Ycaza comenzó a tomar sus primeras clases de vuelo.

Con ayuda de su padre, empezó a costear las primeras horas en 1941. Una vez entusiasmado, ya no pudo dar marcha atrás. Y para continuar con ese deseo, se tuvo que cortar el cabello y reunir cada dólar que ganaba sirviendo en las mesas de su colegio para pagar otras horas.

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Así, Luis Estrada Ycaza, quien tenía otros dos hermanos apasionados por la aviación, logró completar sus primeras 25 horas de vuelo hasta terminar su bachillerato.

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Parte de este relato se recoge en el libro La aviación y la familia Estrada, escrito por Carlos Estrada Estrada y Cecilia Estrada Solá.

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En 296 páginas, que van acompañadas de inéditas gráficas, la publicación aborda los vínculos con la aviación y el impulso que le dieron en Guayaquil los hermanos Luis, José y Ernesto.

Portada del libro "La aviación y la familia Estrada", de Carlos Estrada y Cecilia Estrada. Foto: El Universo

Así, por ejemplo, se describe la historia de cómo un pequeño avión a escala Curtiss Hawk que su hermano José le regaló mientras estaba en la escuela impactó en la vida de Ernesto Estrada Ycaza.

La réplica era tan bella que Ernesto, según el relato, consideró que fue uno de los mejores regalos que recibió. Aquel obsequio fue el inicio de una larga relación que mantuvo con la aviación.

José Estrada, quien era seis años mayor que Ernesto, era un fanático de la aviación. Y eso lo había demostrado construyendo varios modelos a escala, incluso uno grande que construyó en un astillero propiedad de su padre.

Los tres hermanos se graduaron de pilotos en el Aero Club. El hecho quedó registrado en reseñas de la época, pues los alumnos realizaron pruebas de vuelo de precisión como parte de su graduación.

Ellos volaban constantente a Playas, donde su padre tenía una propiedad e hizo construir una pista.

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En 1946, Ernesto Estrada fue parte de un raid Guayaquil-Lima que para ese año era toda una novedad. Tres avionetas Pipper Club iniciaron el periplo, que fue seguido por la prensa.

Un año después, él fue parte de un raid entre Guayaquil y Santiago, que se cubrió en 35 horas de vuelo, en seis días, con escalas. El Gobierno de Velasco Ibarra realizó un recibimiento para los pilotos.

Ateca fue una de las empresas formadas por los hermanos Estrada. Cortesía Foto: Cortesía

Luis, quien adquirió una avioneta PA-12, creó Avionsa, que fue la primera compañía de taxi aéreo del país. En vuelos de esta empresa se realizaba la distribución de EL UNIVERSO en varias ciudades del país. Uno de los primeros puntos de reparto era Salitre.

Posteriormente a eso, los hermanos Estrada junto con otros socios se unieron para formar Ateca, que era una empresa ideada para hacer vuelos de itinerarios. Una Piper PA-12 y dos Stinsons eran parte de la flota.

Años más tarde, en 1949, Luis Estrada formó la compañía Ecuatoriana de Aviación (Ecuavía), que en sus inicios operó diversos tipos de aviones y luego helicópteros. Fue la primera en introducir helicópteros en el Oriente.

El libro también aborda la transformación de Ecuavía: de una empresa de aviación a distribuidora de autos. La empresa actualmente es manejada por Carlos Estrada Estrada, descendiente de Luis Estrada Ycaza. (I)