La cochinilla es un insecto que se adhiere a las hojas y absorbe su sabia. Su presencia puede resultar dañina y destructiva para los árboles que tienen varios años. Durante este año se ha detectado esta plaga en zonas de Sauces, Guayacanes, Alborada y Samanes.

Parte de los árboles en los que se descubrió la cochinilla están en la avenida Benjamín Carrión, en el norte. En ese lugar, la fundación municipal Siglo XXI y la Dirección de Áreas Verdes efectuaron un plan integral contra esta afección en 139 árboles no nativos. Los árboles fueron apuntalados para este proceso.

La Fundación Guayaquil Siglo XXI, que está a cargo de las zonas regeneradas de la ciudad, dio un tratamiento fitosanitario para el control de plagas durante seis meses. Eso permitió que 107 árboles reaccionen favorablemente y se recuperen.

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Pero 32 árboles no se pudieron sanar, pues sus troncos y raíces quedaron afectados. Por precaución serán retirados debido al riesgo que pueden representar. Las especies retiradas serán reemplazadas por árboles nativos como fernán sánchez, guayacán negro y algarrobos.

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Alexandra Rivadeneira, directora de áreas verdes del Municipio, sostuvo que en las zonas donde empezó la propagación fue en las ciudadelas Sauces, Guayacanes, Alborada y Samanes. “Realizamos controles fuertes en estos sitios y las plagas no pudieron expandirse en toda la ciudad, y se focalizaron en la zona norte. Cerca de 300 parques hemos venido monitoreando”, dijo.

La cochinilla es un parásito al que se está combatiendo desde hace meses con sustancias orgánicas para no afectar otras especies. “En varios parques de Guayaquil tenemos la presencia de mariquitas que son su enemigo natural”, dijo Rivadeneira.

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Hay varias técnicas que se utilizan para controlar la cochinilla: retirar el exceso de ramas, hidrolavados, aplicación de abonos conocidos como bioles. Cada quince días se deben realizar fumigaciones.

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Además, la funcionaria precisó que este tratamiento fitosanitario incluye endoterapia, que consiste en introducir en el sistema vascular de los árboles sustancias orgánicas que no afectan a las especies, además de la respectiva fumigación (con sustancias orgánicas) y poda de estos.

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La directora de áreas verdes expresó que ciertos árboles de la ciudad tienen más de 50 y 65 años, como todo ser vivo cumple un ciclo de vida.

En la avenida Benjamín Carrión hay árboles muy antiguos, que ya han estado en tratamiento para la cochinilla, pero los más longevos no resistieron y fueron ellos los que no sobrevivieron.

Ciertas plagas son estacionarias, vienen en épocas en las que no hay lluvias. Las cochinillas, pulgón y otros insectos siempre han estado presentes en las áreas verdes. “No era una especie que se había identificado con anterioridad. Su dispersión ha sido rápida”, dijo.

Rivadeneira comentó que cuando se detecta la presencia de cochinilla en los hogares se puede aplicar soluciones caseras como el agua con ajo disuelto y otras sustancias fuertes que se encuentran en el mercado. Lo primero es la limpieza de las plantas, retirar la plaga y estos desechos disponerlos en la basura para que no se dispersen.

La funcionaria indicó que este año la meta apuntó a colocar 4.000 nuevos árboles. “Son nuevos de 2 a 5 años de edad, una generación que viene a reemplazar a los que ya cumplieron su ciclo de vida”. Asimismo, añadió que todos los viernes se plantan cerca de 200 árboles. También comentó que este viernes se plantarán 400 en la av. Narcisa de Jesús y que aspiran a que para el 17 de diciembre se cumpla la meta. (I)