118 inundaciones ha soportado Guayaquil durante la actual estación invernal, que ha afectado a 664 familias

Ante la exposición de la ciudad a escenarios adversos por la ocurrencia de lluvias y subida de marea, además de la posible llegada del fenómeno de El Niño, la mesa Técnica de Agua y Saneamiento del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Guayaquil hizo varios planteamientos que podrían servir a la urbe para mitigar los estragos de estos eventos naturales.

Las instituciones que trabajan en el área de primera respuesta y planificación en el manejo de agua potable, aguas lluvias y alcantarillado han ejecutado varias acciones de respuesta en esta época invernal, refirió Allan Hacay, director municipal de Gestión de Riesgos.

El invierno continúa y en lo que va del año, según el funcionario, se ha cumplido el 100 % de las atenciones dadas en años pasados. “Eso ya nos da mucho qué decir en cuanto a las afectaciones que hemos tenido en este invierno”, expresó él.

Ante esa situación, Hacay indicó que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional emitió una resolución para pedir a todos los organismos de Gobierno se preparen ante una posible ocurrencia del fenómeno natural de El Niño.

Fernando Luzárraga, técnico de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag), planteó los puntos que se deben establecer a corto, mediano y largo plazo para mitigar inundaciones en la urbe y cantones aledaños.

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De manera inmediata, él mencionó que se deberían incrementar los sumideros de mayor capacidad y cambio de tirantes en sectores más afectados por las lluvias.

A mediano plazo, a más del trabajo presencial in situ, se plantea iniciar la digitalización de recursos hídricos por red de pluviómetros de Emapag, en conjunto con el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) y la Dirección de Riesgos.

Además, propuso el monitoreo de la calidad de agua en tiempo real, que con su red de pluviómetros y estaciones meteorológicas se conectará al sistema del Inamhi. Esto se suma a la propuesta de un radar meteorológico que abarque a las provincias que forman parte de la cuenca del río Guayas.

“Esto nos ayudará a ver el comportamiento de la cortina de agua o de lluvia en el tiempo y para tomar medidas preventivas”, dijo el funcionario.

Ante el cambio climático, el funcionario sostuvo que se debería analizar la posibilidad de un estudio específico para la protección de la ciudad y cantones cercanos al río, como Daule, Babahoyo y Durán.

En este escenario, Luzárraga indicó que actualmente la represa Daule-Peripa está cumpliendo un papel importante para colaborar en no desembalsar demasiado caudal para provocar inundaciones en la llanura del Daule, y asimismo trabaja la represa Dauvín.

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Allan Hacay refirió que en los siguientes días se reunirán para reevaluar el plan preinvernal del siguiente año y plantear la ruta a seguir a corto plazo para enfrentar la situación, tomando en consideración los tiempos o plazos de los procesos de contratación pública.

Fidel Valdivieso, gerente de Emapag, afirmó que durante el año se ejecutan labores de planificación, intervención y prevención de acontecimientos que se pueden presentar, sobre todo en época invernal, en función de datos del Inamhi y sala situacional de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil.

Para ello, en Guayaquil se utilizan 21 pluviómetros en distintos sectores para la determinación de la frecuencia de lluvias y con ello se activan equipos para dar respuesta a necesidades acontecidas antes y durante las lluvias.

Entre 2006 y 2023 se han invertido aproximadamente $ 170 millones en construcción de ductos cajones, válvulas antirretorno de marea, realización de sumideros, y limpieza constante de todos los sistemas de aguas lluvias, sumideros, canales, alcantarillas, con un total de 150.000 metros lineales intervenidos.

Cuidados en interior y exterior ante las tormentas eléctricas

Valdivieso recordó que se trabaja en conjunto con la Secretaría de Asentamientos Irregulares para mitigar la instalación de construcciones de viviendas cercanas a canales y zanjas, como la situación acontecida en El Fortín, donde un taxista murió tras ser arrastrado por una correntada el viernes anterior.

El actual periodo de lluvia, de enero al 17 de abril, ha generado la caída de 158 árboles, 118 eventos de inundaciones, 38 colapsos estructurales, 30 deslizamientos, 1 socavamiento y otras dos emergencias en Guayaquil. Además se contabilizan 664 familias damnificadas o afectadas, 2.642 personas en la misma condición, 6 heridas y 2 fallecidos.

Según balances municipales, en los últimos cuatro años se han dado 40.000 informes, incluyendo 400 reportes especiales, que implican sectores y polígonos donde se ha determinado los niveles de riesgos de la ciudad y así atender estos escenarios para evitar eventos adversos.

Durante las inundaciones recientes que ha sufrido el Puerto Principal por las intensas lluvias, la ciudadanía ha cuestionado el accionar municipal para evitar tal situación. La estación invernal incluso ha cobrado dos vidas, como la del taxista que cayó en su carro en una zanja y fue arrastrado por la corriente en medio de un aguacero con tormenta eléctrica que había en la ciudad.

El hecho ocurrió la noche del sábado en el sector El Fortín, en el noroeste. Justamente esa zona es una de las consideradas vulnerables ante las lluvias. (I)