Policía Nacional y residentes de 47 urbanizaciones de Samborondón se reunieron para socializar nuevas medidas de seguridad para la zona de La Puntilla.

Los ciudadanos se dieron cita la mañana de este lunes, 21 de julio, en los exteriores de un minimarket ubicado en el perímetro de una universidad del kilómetro 2,5.

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Estas acciones se toman luego de la alerta de una nueva modalidad de robo en el sector, tras viralizarse un video de una joven que fue intimidada por un grupo de antisociales.

Este hecho ocurrió el pasado jueves 17 de julio.

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La primera medida de la Policía se tomó este lunes. Los oficiales se desplegaron en los alrededores de la institución educativa y colocaron aproximadamente 50 códigos QR en los exteriores de locales comerciales de la zona.

“Esto nos permite tener un registro de la presencia policial que será constante en el sector. Los códigos se instalarán en la av. Diana Quintana y en el contorno de la UEES”, indicó Camilo Haro, subjefe policial de Samborondón.

El oficial explicó que cada agente deberá escanear el código y registrar en qué horario y cuántas veces se visitó y monitoreó la situación del local.

Indicó que en el distrito Samborondón hay 80 servidores policiales desplegados para brindar seguridad a la ciudadanía. Además, que tras el último hecho se han intensificado los patrullajes en la zona.

El subjefe insistió en que se espera implementar otras medidas de seguridad como la instalación de una carpa con un motorizado de la Policía Nacional. Esto, según Haro, para que se den patrullajes por el perímetro de la universidad.

“Esto también nos permitiría tener una respuesta inmediata a cualquier evento delictivo”, sostuvo Camilo Haro, policía de Samborondón.

Según Haro, se ha evidenciado que varios antisociales estarían llegando desde cantones aledaños para cometer delitos en las avenidas principales de Samborondón.

“Tenemos una incidencia importante de los distritos aledaños, en este caso Durán y Daule. Desde esta zona estarían llegando personas a bordo de motocicletas sin placas a cometer delitos”, añadió Haro.

La socialización se realizó en medio de propuestas, acuerdos y desacuerdos de los residentes de las ciudadelas.

Óscar Leonark tiene 20 años viviendo en una urbanización de la zona y dijo que es la primera vez que surgen este tipo de problemas relacionados con la inseguridad.

El hombre se encontraba en el punto dialogando con los otros residentes, quienes aparentemente no llegaban a un acuerdo para decidir quiénes financiarían adquirir equipos de seguridad como alarmas comunitarias o cámaras de videovigilancia.

Algunos moradores pedían a las empresas privadas del sector, como colegios, universidades y centros comerciales, que colaboren económicamente para adquirir motocicletas para los patrullajes policiales.

En el perímetro, según la Policía, ya existen cámaras de la Autoridad de Tránsito de Samborondón (ATS), sin embargo, los residentes están socializando para reforzar la cantidad de estos equipos. (I)