Luis Enrique R. P., el enfermero involucrado en el polémico video en el que se ve cómo pincha el brazo de un hombre pero no le inyecta el inmunizante contra el COVID-19, recibió medidas sustitutivas la madrugada de este lunes en la audiencia que se realizó en la Fiscalía de Flagrancia del Cuartel Modelo.

El sospechoso fue trasladado hasta esa dependencia judicial a las 18:00 del domingo desde la explanada de Mucho Lote, donde ese día se vacunaron 3.000 personas.

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El juez José Torres le dictó prohibición de salida del país a Luis R., quien además debe presentarse ante la autoridad semanalmente durante los 30 días que dure la investigación del caso que generó el malestar y preocupación entre la ciudadanía.

El paciente que aparece en el video y que primero fue acusado de saltarse la fila también acudió a la Fiscalía para dar su versión.

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Ahí se reveló que tiene 55 años y que sí estaba incluido en la fase 1 del Plan Vacunarse, pues trabaja en un hospital del Ministerio de Salud. Esto último también lo corroboró el Ministerio de Salud en un comunicado.

Una fuente de la Fiscalía indicó que al enfermero se lo procesaría por Falsificación y Uso de documento falso, porque en el listado en el que estaba el paciente habría ciertas irregularidades que serán investigadas.

La tarde de este lunes al procesado le iban a tomar su versión en la Fiscalía de La Merced. Se conoció que en el tacho donde los enfermeros botaban la jeringas usadas se encontró la jeringa con la dosis que correspondía al hombre de 55 años que grabó el video.

La Fiscalía busca esclarecer qué iba a hacer el enfermero con esa dosis.

EL UNIVERSO consultó a varios abogados y fiscales y todos coinciden en que, pese a la reprochable acción del enfermero, en la ley no existe un artículo en específico para sancionarlo por no colocar la vacuna al hombre, pese a que esto podría causar que se contagie de COVID-19 y que pierda la vida más adelante.

Los juristas consideran que la Asamblea debió considerar que este tipo de actos podrían darse también en Ecuador, como ha ocurrido en varios países, y actualizar la normativa considerando que ya tenemos un año en pandemia y que este proceso de inmunización de la población va a tomar al menos el resto del año.

Mientras, ayer continuaron las jornadas de vacunación, además de las personas de la tercera edad agendadas, les tocó el turno a los indigentes. Este proceso se dio con un trabajo en conjunto con el Ministerio de Salud y el MIES, en la mañana de ayer se logró vacunar a más de 150 personas, la mayoría en situación de indigencia, en un punto de vacunación en las calles Chimborazo y Bolivia, centro de la urbe.

Allí llegó Marcos, de 62 años, un cuidador de carros de la calle Noguchi, él comentó que se le habían citado para que se inmunice ya que él trabaja en la calle, tiene exposición alta al virus. Personal del sitio indicó que se trabajó mucho con las personas de la calle y se los citó porque ellos no cuentan con celular para hacerle la convocatoria como regularmente se hace.

En ese centro también acudieron personas de la tercera edad de sectores populares de la urbe como del Guasmo sur y de Trinitaria. Carmen Herrera trajo a su papá de 86 años para recibir la dosis de Sinovac. “Le están dando prioridad a los adultos mayores, uno busca que no le pasa nada, ahora hay más casos y nosotros nos hemos cuidado mucho y no queremos que él se complique a causa del virus”, explicó la mujer.

Mientras que en Mucho Lote 1, en el norte de Guayaquil, decenas de adultos mayores acudieron con un acompañante a recibir la dosis de Sinovac. A ese punto también llegaron ciudadanos con diverso tipo de discapacidad que accedieron a la dosis.

Uno de ellos fue Barón Cedeño, residente de Mucho Lote de 55 años, que tiene un 70% de discapacidad física. Él comentó que se enteró de la jornada de vacunación y se acercó con su documento del Conadis que detalla su discapacidad debido a un accidente de tránsito, detalló.

“Sí me dolió cuando me aplicaron la dosis, es necesario estar protegido de este virus, ahora más porque hay nuevos casos, nuevas complicaciones”, explicó el hombre, oriundo de Manabí.

En ese punto de vacunación, en convenio con MSP y Municipio de Guayaquil, ayer se tenía previsto inocular 400 dosis a personas citadas y adultos mayores de 90 años y personas con discapacidad que se acerquen sin cita. En el sitio hubo control policial y también personal de la Cruz Roja estuvo supervisando cualquier novedad durante el proceso.

En Solca, en la Atarazana, también llegaron adultos mayores, algunos en sus sillas de ruedas, otros con complicaciones de movilidad y ayudados por sus familiares para recibir la dosis. Ellos esperaron sus turnos de llegada con tranquilidad y con la asistencia de personal de la Comisión de Solidaridad del Municipio. (I)