Aracely Honores vive desde hace casi cinco años en Los Vergeles, norte de Guayaquil. Ella y su familia se mudaron desde el Guasmo sur luego de adquirir una vivienda en esa zona.
La mujer dice que en su calle, a la que se ingresa desde la avenida Francisco de Orellana, se multiplicaron los rompevelocidades durante este año.
Publicidad
En menos de dos cuadras se contabilizan cuatro, que incluso han sido pintados de amarillo y negro.
“Un día amanecimos y ya estaban esos montículos de cemento. Primero empezaron poniendo unas sogas, luego ya les pusieron cemento y hasta los pintaron. Al inicio decíamos que sí, que eran necesarios porque las tricimotos pasaban a toda hora y a velocidad, pero ahora son un instrumento para delinquir”, menciona la mujer.
Publicidad
Por este último motivo es que la madre de familia pide que se analice o se revise si esas estructuras fueron construidas de forma técnica y con los permisos adecuados. Hace dos semanas, mientras cruzaba con su vehículo por una de las calles con los rompevelocidades, dos motos la interceptaron para asaltarla.
“Como uno baja la velocidad, ahí la gente aprovecha y a uno lo abordan y le roban, lo amenazan. Ya eso que nos servía para cuidar a los niños de la velocidad, ahora perjudica a los adultos, porque uno es presa de la delincuencia”, señala Honores.
Ricardo Ayala, morador del séptimo pasaje de Los Vergeles, refiere que algunos vehículos se han dañado por la altura que tienen estas estructuras.
“A veces uno no se da cuenta de que eso está ahí porque los construyen hasta la mitad de la calle, a veces los construyen de lado a lado. Es peligrosísimo para los carros, para quienes van en moto. Deberían venir y retirarlos”, menciona.
En esta zona del norte de la urbe, los rompevelocidades han evolucionado en los últimos meses, aseguran residentes.
En algunas calles secundarias se colocaron primero sogas gruesas, luego pedazos de neumáticos hasta pasar a la construcción con concreto.
Algunos solo cubren uno de los carriles y se pueden observar hasta tres en una misma calle y a escasos metros.
“Por favor, no nos oponemos si eso lo hacen de forma técnica y tiene un fin, pero si han sido hechos para robar, para asaltar y eso nos perjudica a los moradores, entonces que los saquen”, recalca un morador de la calle 24.
El Municipio de Guayaquil ya ha realizado intervenciones en otros sectores de la ciudad para retirar este tipo de estructuras. En noviembre se ejecutaron operativos en Unión de Bananeros y en Los Esteros.
Rejas y rompevelocidades construidos ilegalmente fueron retirados en Los Esteros
Al primer sector del sur de la urbe llegaron las direcciones de Justicia y Vigilancia y de Obras Públicas para un operativo, junto con la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
En ese sitio, en los bloques 1, 2 y 3 se retiraron más de 28 rompevelocidades que se habían construido sin permiso.
Mientras que tras un operativo ejecutado en el sector de Los Esteros se logró el desmontaje de rejas y la destrucción de rompevelocidades que se habían construido en esa zona de forma ilegal.
La Empresa Pública Municipal para la Gestión de Riesgos y Control de Seguridad de Guayaquil (Segura EP) informó que esto se logró con el apoyo de más de 200 funcionarios. El operativo se ejecutó en la cooperativa 17 de Septiembre.
Marjorie Chang, vecina de Los Vergeles, solicitó que personal municipal acuda al sector y haga un conteo de las estructuras construidas.
“Aquí queremos seguridad de todo tipo, seguridad de que no nos roben y seguridad de que los carros no crucen a velocidad. Creo que se debería analizar si todo esto que está construido está legal y si nos beneficia en algo”, pide la mujer. (I)