A Adolfo Macías, alias Fito, lo atraparon descamisado. Estaba con una pantaloneta gris y cortado el cabello.
La tupida melena que usaba antes de escaparse de la cárcel había desaparecido. Su barba estaba algo canosa.
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Los militares que lo atraparon lo sometieron. En el suelo lo obligaron a decir su nombre para grabar un video.
El cabecilla de Los Choneros estaba refugiado en un búnker construido en una lujosa casa.
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La vivienda es de tres plantas, con acabados modernos y de lujo. La propiedad está ubicada en el barrio Monterrey, un sector situado entre los cantones Manta y Montecristi, en la provincia de Manabí.
El barrio Monterrey, donde se llevó a cabo la captura, es una zona caracterizada por su escaso desarrollo urbano.
Con grandes extensiones de terrenos baldíos cubiertos de maleza y pocas viviendas dispersas, el sector ofrece un entorno de difícil acceso y vigilancia, lo que pudo haber sido aprovechado por el fugitivo para ocultarse.
El cabecilla de Los Choneros estaba oculto en una especie de búnker subterráneo. El acceso era a través de un sistema corredizo que simulaba ser parte del piso.
Los militares bajaron hasta el sitio donde se hallaba Fito. Para bajar había una escalera negra de hierro.
En el búnker había un aire acondicionado, ventilador, refrigeradora y una cama.
La vivienda en la que estaba este búnker tenía acabados de lujo. En videos que circulan se ven amplias habitaciones, un gimnasio con máquinas de fuerza, caminadora, bicicleta estática.
En otro escenario se ve una cocina amplia, de estilo moderno. Además había una piscina con cubierta.
Alias Fito, considerado uno de los líderes de la organización criminal Los Choneros, se fugó el 7 de enero de 2024 de la cárcel Regional de Guayaquil
Cumplía una condena de 34 años por delitos relacionados con narcotráfico, delincuencia organizada y asesinato.
Su escape desencadenó una intensa búsqueda por parte de las autoridades ecuatorianas, que lo señalaban como uno de los criminales más buscados del país. (I)