La oferta gastronómica en la calle Chile y la avenida Rosa Borja de Ycaza, donde culmina la zona centro-sur y empieza el barrio del Centenario, se va diversificando con distintas apuestas de locales.

Al bajar de una parada de la Metrovía, situada en la calle Borja de Ycaza y El Oro, varios usuarios iban caminando y observando las fachadas los locales de comida asiática, carnes, cangrejos, yogurt con pan de yuca y encebollados que se asientan en la acera del frente. Varios de estos negocios han instalado incluso sillas en los exteriores, además de los asientos disponibles en las áreas interiores.

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Esta es una zona rodeada de movimiento vehicular y peatonal con la ubicación de entidades bancarias, instituciones educativas de nivel secundario y superior, empresas, centros médicos, estaciones de servicio masivo de transporte de la Metrovía, residencias de amplios patios, incluso atractivos turísticos a pocos metros como el puente a la isla Santay, el parque de la Armada y el buque cañonero Calderón.

Esa diversidad de sitios que pueden llegar a atraer a los usuarios para actividades laborales, académicas o de ocio vuelven atractiva la instalación y permanencia de varios de los establecimientos gastronómicos, según representantes de los negocios.

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Uno de los locales más amplios de la esquina de Borja de Ycaza y El Oro es La Casa del Tomahawk. Este restaurante apostó por esta zona de la urbe en el 2017, con un local vecino que tenía capacidad para unas 30 personas, pero debido a la aceptación de su oferta basada en carnes a la parrilla, sobre todo de tomahawk, y acompañantes americanos y típicos nacionales, atienden desde mayo del 2020 en un local anexo mucho más grande, con cinco veces más disponibilidad de espacio para los comensales.

Vanessa Lam, representante de La Casa del Tomahawk, comentó que la idea de ubicar el restaurante en la zona va alineada con su concepto de siempre acompañar a la comunidad, en este caso, al movimiento diario de personas que se movilizan a instituciones educativas, una clínica de la zona, y otras entidades que confluyen en la zona.

Además por el potencial turístico debido a la cercanía del río Guayas, el puente que conecta a Santay, otros sitios emblemáticos como el mercado Caraguay y la instalación de importantes empresas en la zona.

La Casa del Tomahawk ofrece amplias mesas para que los grupos de amigos, trabajadores y familias acudan a celebras sus eventos especiales. Foto: Carlos Barros

“Nos pareció excepcional porque era un acompañamiento a todo ese sector que necesitaba festejar en un buen local un cumpleaños. La zona es muy buena, se mueve muy bien, pero tiene muy pocos lugares bonitos donde pueda celebrar un cumpleaños. Nos pareció estratégico porque manejamos un alto pedido de domicilios y con la pandemia se hizo mucho más en las apps”, comenta la representante del restaurante.

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El local Gong, que ofrece comida asiática, también abrió desde mayo del 2020 en esa zona del Centenario.

De igual manera, sobre esa misma acera, en el anterior local donde estaba La Casa del Tomahawk ahora el ambiente es de mariscos por la reciente apertura del Cangrejo Real, que está por cumplir un año en la zona con una buena aceptación del público. La mayoría llega de los alrededores de la zona, aunque también tienen visitantes de otros cantones como Salinas, destaca su chef y propietario, Tyrone Martínez.

Él contó que decidió instalarse en ese local por ser una zona estratégica, donde detectó que no había oferta de crustáceos y además el movimiento de personas que potencialmente pueden llegar hacia el puente Santay.

En la esquina de Rosa Borja y El Oro se ubica el local Gong. Foto: Carlos Barros

En su local principalmente hay flujo de clientes que son moradores del barrio del Centenario y alrededores en un 80 % y el resto de 2 % son pedidos a domicilio de sus diversas especialidades como su plato estrella la conquista, que es a base de arroz cocolón, pulpa de cangrejo, uña de cangrejo, salsas de la casa e hilos de verde frito; encocados; y cangrejos criollos y al ajillo.

“Tratamos de llevar un concepto donde el cliente se sienta a gusto, con aire acondicionado, televisión, que pueda ver el partido de fútbol y poder compartir con su familia y amigos”, comentó Martínez, quien relata que debido al aumento de las actividades en su negocio ha sumado de 3 a 5 trabajadores desde su apertura.

Él comentó que incluso analiza abrir otro local de comida americana, de ser posible en la misma zona, dependiendo de la disponibilidad de locales.

“El Centenario hace tres o cuatro años estaba botado. Realmente tratamos de ir con nuevos conceptos para reactivar esta zona que es muy importante para Guayaquil, que los clientes vayan con mayor tranquilidad a comer y disfrutar de la gastronomía ecuatoriana”, dijo.

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Janeth Plúas, del Cangrejo Real, refirió que suelen darse reuniones de cumpleaños y celebraciones especiales cada semana.

Mientras tanto, en un centro comercial, situado entre las calles Cañar y Gabriel Pino Roca, zona considerada como centro sur de Guayaquil, antes del ingreso al Centenario, hay más restaurantes que se han ido apostando. Semanas atrás abrió uno de los nuevos que ofrece distintas variedades de cebiches (Cevichería Guayaca) y conforme se ha dado la liberación de medidas por la pandemia de COVID-19 se instaló otro de alitas (Eddy’s Pool).

Por su parte, Génesis Peña, propietaria del local Don Waffle, comentó que ha sido complicado mantenerse en la zona en estos cuatro años que lleva allí y vio como positivo que más locales pequeños y grandes le apuesten a esa zona.

Sin embargo, explicó que desde las autoridades se debería promocionar más la zona para motivar a los ciudadanos a moverse hacia allá con menor miedo por los asuntos de seguridad, que afectan a nivel general en la urbe.

“Muchos turistas vienen, caminan de allá (del puente Santay) hasta acá, tienes la (primera comandancia) Naval donde hacen muchos eventos siempre; todo eso se debería reactivar”, señaló.

A fin de potenciar la zona, otros representantes, entre esos Lam, comentaron que se podría tomar en consideración que se procuren mejoras en el orden y unificación en la estética de los locales del barrio, como sucede en la calle Panamá.

Además de mantener buena iluminación en la zona y contacto con personal policial de la zona, hay locales que procuran ofrecer guardianía privada, resaltó Martínez, quien además mantiene comunicación con otros representantes de negocios de la zona.

El propio chef Martínez sugirió que, adicionalmente a las rondas policiales en patrulleros, los uniformados se instalen en la calle El Oro y vías aledañas y también realicen patrullaje a pie para dar apoyo a los guardias privados y prevenir alguna novedad de seguridad.

Comensales como Cristhian Menoscal también comentaron como positivo que sobre todo el sur de Guayaquil gane más espacios donde las familias o grupos de amigos puedan tener diversidad de locales y ofertas gastronómicas a pocos cuadras de distancia. Que se mantenga la seguridad permanente y haya facilidad de caminar con libertad, consideró como un reto al tener limitados espacios de estacionamientos en las cuadras a la redonda. (I)