Líderes comunitarios de algunos sectores de Guayaquil y Durán exponen los deseos que tienen para sus barrios y ciudadelas en este 2022. Se trata de mejoras en obra pública, seguridad, servicios básicos, entre otros aspectos.
Si bien desde febrero del 2020 —cuando en Ecuador se oficializó el primer caso de COVID-19— hasta la fecha las prioridades en cuanto a obras y atenciones se han centrado en la parte sanitaria, la ciudadanía espera que la pandemia se aplaque y con ello se reanude el curso normal de las cosas.
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Atención a espacios públicos, como parques y canchas deportivas; que se intensifiquen las jornadas de fumigación, sobre todo porque ya empieza la etapa invernal; arreglo de calles; que se revise el consumo de servicios, como el agua potable, y que haya más seguridad son parte de las expectativas ciudadanas.
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A continuación, una reseña de lo que espera la ciudadanía para su sector.
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María Delgado: «Que nos dejen quedar en estas tierras, no tenemos dónde ir»
“Que pudiéramos conseguir que nos dejen en estas tierras, porque la verdad nosotros no tenemos dónde vivir”. Ese es el pedido de María Eugenia Delgado, migrante colombiana, radicada desde hace dos años y medio en la parte alta de la cooperativa Las Marías, sector de Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil.
Su familia es parte de las 165 asentadas en una zona considerada de riesgo, donde ya hubo desalojos, pero las personas volvieron a levantar sus casas de caña, pues aducen no tener lugar al que ir.
Delgado aspira a que las autoridades consideren una reubicación, en caso de no poder seguir en ese sitio, en el que las calles son polvorientas durante el verano y fangosas en la época lluviosa.
Cuenta que salió de su país de origen por la violencia que se vivía allá por parte de grupos armados irregulares.
Narcisa Mora, quien vive en la manzana 1.301 del plan habitacional Socio Vivienda 2, en el noroeste, dice que allí la mayoría de los vecinos anhela tener las escrituras de sus casas y que así la zozobra de que en cualquier momento los saquen del lugar quede en el olvido para este 2022.
“Queremos estar tranquilos, saber que esto es nuestro y que no nos sacarán”, dice.
En este sector fueron reubicadas familias que antes habitaban en zonas aledañas al estero Salado o en sitios considerados vulnerables, pero no todos tienen documentos de las viviendas que les fueron concedidas por el Gobierno nacional. Mora manifiesta que ahora les piden un copago que no están en posibilidades de solventar por la crisis económica.
Betty Verzoza: «Los árboles deben podarse siempre»
En las manzanas 210 y 211 de la ciudadela Sauces 5, norte de la urbe porteña, los moradores esperan que a inicios de este nuevo año se poden los árboles sembrados en los parterres centrales de la avenida Antonio Parra Velasco. Las frondosas ramas tapan las luminarias y el cableado eléctrico de la zona, lo que causa preocupación, pues con las lluvias el peso del agua puede hacer caer alguna de ellas sobre algún peatón o conductor que transite por el sitio.
Betty Verzoza, residente del sector, contó que normalmente la poda de árboles se daba cada seis meses allí, pero que durante el 2021 no se hizo esta tarea.
“Otra cosa es que los barrenderos ya no están haciendo bien el trabajo. No están barriendo bien las aceras y queda la basura acumulada”, mencionó Verzoza.
También pidió la presencia de agentes de tránsito que controlen que los conductores no se estacionen al pie de las rampas destinadas a personas con discapacidad.
Petita León: «Un sitio para adultos mayores queremos»
“De parte del Municipio estamos pidiendo todos los dirigentes y líderes de la comunidad la construcción de un albergue para la atención de los adultos mayores, en el sector de la parroquia Febres Cordero, atrás de la Metrovía, en el Batallón del Suburbio”, comentó Petita León.
Ese es el anhelo de la comunidad que vive en el Suburbio, sector de las calles F y la 42, donde queda la casa comunal para la que otro pedido es que se realicen mejoras de infraestructura, entre otras.
León manifestó que actualmente los moradores han coordinado la reparación del techado, más aún con la llegada de la estación lluviosa. “Ahorita estamos haciendo actividades, porque vamos a poner el techo, porque prácticamente toda la vida ese ha sido un esfuerzo de nuestra comunidad mismo”, señaló la dirigente, que vive en las calles F, entre la 43 y la 44.
León mencionó que estos son dos anhelos en el sector del Batallón.
Wilson Zambrano: «Nuestro parque necesita un cerramiento perimetral»
Líder comunitario de la ciudadela Guayacanes 2, en el norte de Guayaquil, Wilson Zambrano espera que el parque ubicado al frente de la piscina de Sauces 6, en la manzana 34-37, sea atendido cuanto antes, pues es un espacio muy concurrido por los vecinos. Mencionó que el año anterior los árboles de ese y otros centros de esparcimiento de Guayacanes se vieron afectados por el pulgón (plaga) y desde entonces estos se encuentran contaminados.
Añadió que para el parque de su manzana anhela que se construya un cerramiento perimetral y se instalen máquinas geriátricas. Cree vital que se intensifique la fumigación para evitar la proliferación de los mosquitos causantes del dengue, ante la llegada del invierno.
“En muchas ocasiones se anunciaba la llegada de brigadas de fumigación por parte del Municipio a los parques en Guayaquil; no sabemos dónde han fumigado, pero aquí nunca han llegado”, dijo el hombre.
Y agregó que es necesario tener un cerramiento en el parque de su sector, ya que en ocasiones llegan personas de otros lugares para consumir bebidas alcohólicas y aquello se vuelve algo riesgoso.
En Urdesa, también en el norte de la urbe porteña, Xavier Sánchez contó que hay un reclamo general no solo en esta ciudadela, sino también en una parte de Los Ceibos, por los cambios de medidores del servicio de agua potable.
“Se han disparado los consumos de agua. Tengo un reclamo porque se pagó a Interagua (concesionaria del suministro del líquido y del servicio de alcantarillado) para instalar unos medidores. Lo pusieron mal. Hubo una fuga en plena pandemia y resulta que tengo un consumo de aproximadamente 3.000 dólares”, refirió el hombre, por lo que su deseo es que este problema se solucione pronto, ya que afecta a la economía doméstica.
Walter Araujo: «Mejoras en la cancha y escuela de fútbol para los jóvenes»
Para los moradores de la cooperativa Guayas y Quil, en el Guasmo sur, el principal anhelo es que ya se concrete la implementación de la cancha sintética y espacios de recreación para al menos 2.000 niños, adolescentes y jóvenes de la zona.
Walter Araujo, habitante del lugar, acotó que este proyecto ya está gestionándose, pero que la pandemia ha retrasado esta obra que consideran primordial para formar a los menores de esa zona popular del sur.
“Tenemos muchos jóvenes y niños que son captados por agrupaciones para malos pasos. Pero si tuvieran una cancha, una escuela de fútbol, un espacio para ellos poder entrenar, sería todo diferente, porque ellos tendrían su mente ocupada. Con el deporte los niños se olvidan de vicios, de cosas malas. Se nos indicó que la cancha sería con camerinos, gradas. Y la comunidad está ansiosa de poder tener ya esta obra, para que sea aprovechada por la comunidad”, comentó el hombre.
Magaly Briones, presidenta del comité promejoras Héroes del 41, de las calles 17 y la Q, en el suroeste de la urbe porteña, señaló que el deseo de los vecinos para este 2022 es que se arreglen las calles que están llenas de huecos.
La dirigente indicó que ya ha tenido respuesta ante este pedido que han llevado al Municipio, y que la obra se ejecutaría hasta fines de enero próximo.
“Nos dijeron que muy pronto estarán por aquí también las conexiones intradomiciliarias. Van a conectar a la red de aguas servidas, alcantarillas, a las personas que tienen pozo séptico (...). No nos dijeron exactamente cuándo, pero al menos nos convocaron , nos hicieron una reunión, y ahí nos explicaron que ya va a venir la obra”, comentó Briones y mencionó que en la comunidad hay expectativa por estos anuncios, ya que se trata de obras que mejoran la calidad de vida en el Suburbio.
Fernando Ayala: «Los problemas en vía a la costa tienen tres componentes»
Fernando Ayala, expresidente de la Federación de Urbanizaciones de Vía a la Costa, sostuvo que los problemas en este sector, ubicado en el oeste de la ciudad, giran en torno a tres componentes: ambiental, movilidad y seguridad ciudadana.
“Nuestra aspiración es que las autoridades gubernamentales, como Ministerio del Ambiente, Energía y Recursos Naturales, así como el Municipio, se empeñen en exigir que todas las canteras tengan y cumplan con el Plan de Manejo Ambiental para que mitiguen, restauren y repongan el daño ambiental causado”, refiere él.
Con relación a la movilidad, Ayala menciona que requieren de la ampliación de la vía o una ruta alterna, pues en la zona hay un incremento de vehículos de carga pesada, que transitan hacia el puerto de Posorja, y de automotores livianos por las urbanizaciones que se suman en el sitio.
“Tampoco se dispone de una vía de servicio en el lado norte de la carretera, y tampoco existen veredas que permitan el tránsito seguro de peatones en este lado de la carretera”, expone el residente y agrega que en la zona necesitan de la implementación de más pasos peatonales elevados.
Con relación a la seguridad ciudadana, por ser vía a la costa un polo de desarrollo y que está densamente poblado, Ayala considera que es importante la presencia policial permanente, ya que en los últimos meses del 2021 los residentes fueron víctimas de asaltos en la carretera y también en la ciclovía, que no solo es utilizada por los moradores, sino por personas de otros sectores de la ciudad que llegan para hacer actividad deportiva allí.
Richard Maldonado: «La seguridad es nuestro pedido»
Richard Maldonado, dirigente comunitario de la ciudadela La Atarazana, en el norte de Guayaquil, señaló que en el sector uno de los pedidos constantes es que se refuerce la seguridad con más policías, pues la inseguridad se manifiesta a cualquier hora.
“Es algo que lo venimos pidiendo por años y lamentablemente no tenemos respuesta”, se lamentó el hombre.
Contó que en coordinación con el Municipio porteño y la Policía están ejecutando un plan piloto con el cual prevén instalar puertas de seguridad en distintas peatonales. “Eso con autogestión propia hecha por nuestro comité con la ayuda de la empresa privada”, comentó él.
Y añadió que obtienen recursos haciendo rifas. “Ya vamos poniendo una puerta, en unos diez días más pondremos una segunda puerta”, manifestó Maldonado.
Expresó su satisfacción ya que la comunidad de La Atarazana es colaborativa en estas iniciativas.
Henry Catuto: «Los chicos merecen una cancha sintética»
El deseo de muchos residentes de la etapa II de Villa Bonita es que se instale una cancha sintética en el lote donde entrenan sus hijos, quienes forman parte de la academia de fútbol Zar Cristhian Noboa.
Henry Catuto Rodríguez, residente de la etapa, comentó que personal del Municipio de Guayaquil hizo un censo en octubre en este sector para conocer qué deseaban que se construya en el terrero; las opciones eran una cancha de fútbol o multifuncional.
“Varios padres de los chicos consultamos cómo se debería hacer el pedido formal para que se instale una sintética, y nos indicaron que debíamos conseguir 200 firmas de las personas que viven en este sitio y de ahí entregar en las oficinas del cabildo. Hasta ahora tenemos más de 180 rúbricas y deseamos (saber) si con esa cantidad nos pueden aprobar el pedido”, destacó.
Son alrededor de cien pequeños los que forman parte de esta academia, dirigida por el DT Roberto Sotomayor.
Alfredo Carrasco: «Servicio de agua potable, un sueño»
En los diferentes sectores de Durán, localidad vecina de Guayaquil, el sueño para este 2022 es generalizado: que se construya la planta de tratamiento de agua potable para dotar del líquido al cantón y que se amplíe la cobertura de alcantarillado sanitario, que ahora es escasa.
“El 20 % aproximadamente tiene alcantarillado sanitario, el resto es pozo séptico; entonces, es una bomba de tiempo Durán”, expresó Alfredo Carrasco, presidente del Comité de Usuarios de Servicios Básicos y morador de la cooperativa Abel Gilbert 2.
Actualmente, quienes tienen conexiones intradomiciliarias se abastecen de los pozos de Chobo (Milagro). Guayaquil también dota de cierta cantidad del líquido. Pero ese abastecimiento es solo por cuatro horas semanales (dos días). La mayoría de habitantes recibe agua por tanqueros.
La legalización de fincas y la reactivación de la feria Durán son otras de las aspiraciones para el nuevo año. (I)