Los constantes robos a personas y domicilios, así como la falta de patrullaje policial, propiciaron que los moradores de cinco manzanas en Los Geranios 1, norte de Guayaquil, tomaran medidas para frenar los delitos de los que eran víctimas.

Un grupo de ciudadanos, encabezados por Byron Velasteguí y Julio Chiliquinga, decidieron reunirse para coordinar acciones con las que puedan defenderse contra delincuentes.

Velasteguí contó que la primera acción que realizaron fue unir a los vecinos de las manzanas 3017 a la 3021. Luego hicieron una convocatoria para conformar un comité promejoras para el barrio.

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Él tomó la batuta y fue nombrado presidente de la agrupación de vecinos. La primera acción, sostuvo Velasteguí, fue la de cercar el sector. “Primero yo puse una cuota inicial para comenzar a hacer, vendíamos comida para sacar fondos y comenzamos la obra”, dijo el ciudadano.

El paso raudo de buses de transporte urbano y el ingreso de motocicletas con delincuentes llenaban de zozobra a los moradores de esa zona. “Carros y colectivos pasaban a alta velocidad, era un peligro para los niños, sobre todo”, contó el ciudadano.

Chiliquinga manifestó que el acceso de motocicletas propiciaba robos en el barrio. “Antes cuando en el sector había libre tránsito, las motos eran constantemente en circulación y se metían para robar, lo veían en la puerta de su casa parado y le robaban, porque tenían varios puntos de salida, por la (avenida Francisco de) Orellana y para Las Orquídeas. Ahora ya no pueden hacer eso”, narró.

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Byron Velasteguí (i) y Julio Chiliquinga son directivos del comité de las manzanas 3017-3021 en Los Geranios 1. Foto: Ronald Cedeño. Foto: El Universo

La siguiente acción que realizaron los vecinos fue la contratación de dos celadores. “Hace unos siete meses se metieron a una villa y robaron en la madrugada, se llevaron cosas materiales estando ahí los dueños. Al ver la desesperación de la gente nos pusimos de acuerdo para contratar a una persona que abra y cierre la puerta. A raíz de eso no ha habido robos”, refirió Chiliquinga.

Los visitantes solo pueden ingresar al sector mediante autorización de uno de los habitantes. Sus datos son anotados por los guardias para mantener un registro y controlar el paso de vehículos.

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“Aquí adentro somos 60 familias, de las cuales colaboramos el 90 % con 20, 10 o 5 dólares mensuales y con eso pagamos a los guardias y hacemos más obras”, sostuvo Velasteguí.

Vehículos encadenados, cercas metálicas y otras medidas adoptan vecinos de La Atarazana que han sido víctimas de robos

La tarde del martes 4, dos obreros soldaban las vallas alrededor de una cancha deportiva en la zona. Los dos directivos del comité barrial inspeccionaban los trabajos. Esta es una de las últimas acciones que están realizando los vecinos en ese sector.

Sin embargo, el comité tiene varios pedidos que harán llegar en los próximos días al Municipio de Guayaquil. Uno de ellos es la aplicación de una nueva carpa asfáltica en las vías del barrio. Así también, solicitarán la instalación de máquinas geriátricas.

“Con esto tenemos más de quince años pidiendo al Municipio arreglos al parque”, sostuvo Velasteguí.

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Entre los futuros proyectos en el barrio constan la instalación de cámaras generales de vigilancia e incluso la construcción de una piscina para el uso de los moradores. (I)