A las 09:00 de este martes 10 de junio, todos los cubículos del centro comercial conocido como Peca, en el noroeste de Guayaquil, permanecían cerrados.
La jornada comenzó marcada por el miedo, pues cinco personas fueron asesinadas en el ingreso a este sector del distrito Pascuales, en medio de una ola de violencia que dejó como saldo siete muertos en siete horas; otros dos fueron acribillados en Mucho Lote.
En la plaza comercial de la zona de Peca, donde laboran unos 150 comerciantes, las actividades se paralizaron. Varios de ellos se agruparon en las inmediaciones del mercado, exigiendo mayor resguardo policial.
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“Con esto da miedo seguir trabajando”, comentó una comerciante de frutas, quien, pese a lo ocurrido, decidió quedarse “hasta que pueda vender la mayoría” de su mercadería.
Los comerciantes aseguraron que solo cuentan con un guardia de seguridad privada, y reclamaban al menos uno más.
“Al menos otro guardia para que nos den vigilancia”, decían mientras solicitaban al supervisor del supermercado que gestione un diálogo con las autoridades del orden.
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Muchos tenían preparadas camisetas de la selección ecuatoriana para vender, en vista del partido entre Ecuador y Perú previsto para las 20:30 de hoy.
Sin embargo, la expectativa comercial fue reemplazada por la preocupación y el miedo.
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La calle de acceso al centro fue acordonada, impidiendo la circulación vehicular.
Cerca de las 10:00, las calles se abrieron al paso vehicular, sin embargo, la mayoría de los comerciantes optó por no abrir sus comercios por el temor a un nuevo ataque. (I)