Charles Vilema utiliza almidón, pegamento y papel para dar forma a una cabeza que adopta la forma de Optimus Prime. Durante estos primeros días de diciembre, este hombre de 36 años paralizó sus actividades laborales como técnico de climatización para dedicarse totalmente a la elaboración de una representación de Transformes: El Despertar de las Bestias, que además tendrá otro monigote de Optimus Primitivo.
El primero tendrá 8 metros y el otro 6 metros de altura. Con labores diarias, de alrededor de más de doce horas, el artesano espera culminar estas dos creaciones estos días para su posterior participación en la ruta de monigotes gigantes impulsada por la Empresa de Turismo local.
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Estos monigotes se arman básicamente con estructuras metálicas, planchas de pvc, espumafón y esponja para realizar los detalles de los cuerpos. En estos gigantes se calcula una inversión de $ 2.000 a $ 2.500 por todo el material, sin contar la mano de obra, dice.
“Hay veces en que uno gana, uno recupera y pierde, todo depende la temática y el apoyo de las cámaras (medios de comunicación), nos ayuda muchísimo, mientras más cámaras la gente ve más”, comenta el artesano, quien además comparte los avances del trabajo y promociona sus creaciones por medio de su cuenta de TikTok (@monigotes.gigante).
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En medio de la concurrida esquina, el ambiente de trabajo de Vilema se combina con un monigote llamativo de una monja y otros años viejos de mediano tamaño. Estos se ubican a su alrededor y se mantienen en exposición para su venta.
Justamente, durante el transcurso del año, Vilema realiza años viejos pequeños y medianos para conseguir ingresos extras en este fin de año. Estos los elabora desde marzo en el tiempo extra que le quedan de sus labores como técnico.
“Los hago en el tiempo que ya no trabajo en aires, vengo de trabajar, descanso dos horas y bajo a realizar monigotes para tener a la venta”, señala.
En sus jornadas habituales, él suele moverse a distintos sectores de la urbe e incluso fuera para atender requerimientos de instalación, reparación y mantenimiento de aires acondicionados. Adicionalmente, colabora en armados de escenografías que le piden en un local donde colabora en la calle 6 de Marzo.
Un rincón de la Springfield de Los Simpsons se recrea en el suburbio de Guayaquil
“(Ahora en diciembre) mis clientes se los doy a otra persona para que los trabaje, porque no me alcanzo y me dedico a una cosa y no hago la otra, no puedo fallar tengo que hacer mis monigotes y tenerlos listos”, agrega.
En estos días, él trabaja a contrarreloj para culminar sus dos monigotes. Dentro de las primeras actividades se enfrasca netamente en la tarea de diseño y armados de los monigotes, mientras su esposa y varios amigos le asisten en el duplicado de estructuras, pegado de papel y movilizar las piezas armadas.
Una vez culminados los monigotes gigantes, Vilema planea armar una pequeña entrada para el acceso de los visitantes y así dar un mejor orden a quienes busquen tomarse la foto con sus creaciones.
Dentro de lo llamativo, a los muñecos planea colocarles luces en varias partes del cuerpo, mientras al primero se le implementará movimiento de la cabeza.
Este año, Vilema lidera también a un grupo de 16 artesanos que se unieron en una asociación, la cual recibirá un incentivo municipal durante el fin de año.
Él comenta que los agrupados han logrado unir fuerzas y se apoyan entre sí en caso de necesitar apoyo en distintas etapas de la elaboración de los monigotes.
Por ejemplo, Rolando Rodríguez, otro artesano, le ayudará en darle movimiento de la cabeza del monigote de Optimus Prime.
Las empresas y negocios ponen la mirada en la Ruta de los Gigantes para exponer sus marcas
Pese al cambio de administración municipal, Vilema considera alentador el respaldo de la Empresa de Turismo con el incentivo económico que se les entrega a la asociación y además tener el respaldo en temas logístico y seguridad.
“Con la asociación se nos van abrir más puertas, que nos van a apoyar eso es lo que necesitamos, ya que hacer un gigante no es nada barato”, señala.
El dice que espera la suma de otras marcas y empresas para apoyar el trabajo de los artesanos. Por ahora, una empresa de gaseosa les facilitó dos toneladas de cartón y productos a los 16 asociados.
“Que la gente venga a ver el arte que nosotros elaboramos, así como damos el 100 % para tener muñecos de calidad que la gente nos apoye, ese es el fin de todo: apreciar el arte aquí en Guayaquil”, comenta. (I)