Al llegar al vacunatorio municipal en la terminal 25 de Julio de la Metrovía, en el sur, llama la atención la gran cantidad de personas presentes debido a que mañana, sábado 30 de octubre, es el cierre definitivo de estos puntos municipales. El sentimiento de nostalgia lo tienen muchos trabajadores debido al cierre de este proceso, pero también hay algo de preocupación pues en el transcurso de los meses hubo dos integrantes que se sumaron al equipo: CanSino y Pfizer, dos gatas en condición de abandono.

Ellas fueron acogidas por personal que trabaja en el vacunatorio. Desde médicos, licenciados en enfermería, militares, agentes metropolitanos, guardias y hasta quienes se van a vacunar no dejan de darles una caricia a las gatas que de forma tranquila se pasean entre las personas durante el proceso de vacunación.

Durante estos meses, ellos les han comprado a diario sus pepas de alimento, las han cuidado y hasta les hicieron una casita de cartón con sus nombres.

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CanSino es de color blanco, amarillo con gris y negro, mientras que Pfizer es de color blanco con gris y está en estado de gestación.

Personal del vacunatorio indicó que les pusieron esos nombres porque eran las vacunas que justo llegaron el día que ellas aparecieron en ese sitio.

CanSino y Pfizer descansan en sillas del vacunatorio. Foto: Carlos Barros

Ellos agregaron que han publicado en sus redes las fotos de los gatos en estos días, apurados justamente porque ya mañana se van, y quienes desean llevárselas ya tienen algunas mascotas o tienen cláusulas en sus lugares de residencia que les impiden adoptarlas.

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Apelan a que con mayor difusión estas gatitas puedan encontrar el hogar que se merecen, justamente porque en Guayaquil hay más ciudadanos que mantienen la línea de respeto y amor por los animales, detallaron.

A su vez, personal municipal gestiona un espacio de refugio en la Unidad de Bienestar Animal para las gatas hasta que se concrete un hogar de acogida definitivo. (I)