Guayaquil a inicios de la década de 1970 andaba por encima de los 800.000 habitantes. Era una ciudad pequeña _si se la compara con la actualidad, cuando ronda una población de 3 millones de personas_, tanto que solo hasta finales de esa alocada década vio el nacimiento de su primer centro comercial, toda una novedad.

Durante la década de la música disco, en Ecuador se vivieron los tiempos del boom petrolero, pero también de dictaduras, aunque no tan severas como las de otros países de América Latina.

Primero fue José María Velasco Ibarra, quien se declaró dictador civil en 1970. El que fuera cinco veces presidente del Ecuador fue derrocado el 15 de febrero de 1972. Fue sucedido por el general Guillermo Rodríguez Lara, quien se instaló en el poder hasta el 11 de enero de 1976.

Publicidad

Tras la salida de Bombita, como se conocía a Rodríguez Lara, las FF.AA. continuaron en el poder mediante el Consejo Supremo de Gobierno, un triunvirato militar presidido por el Almirante Alfredo Poveda Burbano. Este régimen llegó a su fin el 9 de agosto de 1979, cuando tras las respectivas elecciones tomó el poder Jaime Roldós Aguilera, en lo que se conoce históricamente como el retorno a la democracia.

Por aquellos tiempos el Sillón de Olmedo tuvo varios ocupantes. Entre estos destacan Francisco Huerta Montalvo, Juan Péndola Avegno o Raúl Baca Carbo.

Vista general de la avenida 9 de Octubre hacia el oeste. Foto: Cortesía

Y así, ya desde hace muchas décadas antes de estos sucesos políticos nacionales, la emblemática avenida 9 de Octubre era protagonista. Pero para la década de 1970, el bulevar era distinto a lo que es hoy. Se apreciaba mucho más brillante por las noches, con sus anuncios de neón; y bulliciosa en el día, por su incesante comercio. Así también, con una calzada más amplia y doble circulación vehicular.

Publicidad

La avenida 9 de Octubre se extiende a lo largo de 21 cuadras, desde el malecón del río Guayas hasta el puente 5 de Junio, sobre el estero Salado. Está dividida en dos por el también emblemático Parque Centenario.

Alegoría de la Plaza del Centenario. Foto: Cortesía

El historiador Fernando Mancero recuerda que hace 50 años la parte más comercial de la avenida 9 de Octubre empezaba desde García Avilés o Boyacá hacia el este. “El bulevar era sede del alto comercio. Ahora sigue siendo comercial, pero es un comercio de segundo orden. Ya no están las grandes casas comerciales y no están los mismos bancos de antes”, indica.

Publicidad

Antigua matriz del Banco La Previsora, en la avenida 9 de Octubre. Foto: Archivo

En esta avenida se ubicaron bancos históricos hoy desaparecidos, como la matriz del Banco La Previsora, en 9 de Octubre y Panamá, que posteriormente fue sede de la Bolsa de Valores y hoy es un área de la Universidad de las Artes (Uartes). Así también, el edificio Banco La Filantrópica (Filanbanco), en 9 de Octubre y Pichincha, que hoy ocupa el Registro Civil, se desarrolló en esa década.

La 9 de octubre estaba llamada a deslumbrarnos y ocurría, nos deslumbraba. Tanto como por la potencia de la iluminación _que era altísima, no es como ahora_, así como por los letreros luminosos. Uno encontraba una variedad de letreros, que se disputaban cuál era el mejor, el más novedoso”, relata Mancero.

Las publicidades que se observaban en la concurrida avenida eran variadas, entre estas de la aerolínea neerlandesa KLM, bebidas Tropical, automóviles Fiat, entre otras muchas más.

En películas como la mexicano-ecuatoriana Romance en Ecuador (Fiebre de juventud, 1966), ya se observan estos vistosos letreros, que sin embargo impedían la libre visión de la Columna de los Próceres. Mancero comenta que esto iba en contra de la razón de ser de los bulevares, lo cual indica que estos deben tener una visión recta y expedita entre los extremos, en este caso, entre la Plaza del Centenario y la Rotonda. No obstante, los letreros estuvieron allí a lo largo de la década y más.

Publicidad

“Todos los guayaquileños siempre veníamos a pasear, ya sea en auto o a pie, por el bulevar. En general, era una experiencia que llenaba de orgullo cuando alguien venía de otra ciudad, llevarlo a la 9 de Octubre para admirar la magnificencia de la vía”, rememora Mancero.

Recuerda que en la avenida se instalaron restaurantes como Flamingo, donde se popularizó el arroz con menestra, un plato que para entonces solo se hacía en casa.

El cine Victoria y el teatro Apolo dieron alegría con películas y actos musicales

Guayaquileños y artistas foráneos disfrutaron del Bongo Soda

¿Cómo era antes el malecón de Guayaquil?

Desfile militar en la avenida 9 de Octubre en la década de 1970. Foto: Archivo

Mancero, presidente de la Fundación Bienvenido Guayaquil, recuerda también que para inicios de la década del 70 del siglo pasado aun se hacían las paradas militares en la avenida 9 de Octubre. Y allí, los políticos o autoridades eran aplaudidos o reprobados por los ciudadanos.

Por ello, considera que con el tiempo -para evitar el bochorno de una posible desaprobación- se decidió ya no hacer estos desfiles en la icónica vía del centro de la ciudad, sino llevarlos a otras calles, como la avenida De las Américas o más lejos.

Por otra parte, recuerda que el área del Parque Centenario para la época, así como ahora, tampoco era un lugar muy seguro. “Guayaquil siempre ha tenido esas zonas oscuras”, comenta el historiador, al tiempo de recordar que desde este parque hacia el oeste, la mayor parte de las construcciones eran casonas residenciales, con unos pocos comercios y edificios como el INCA, a la altura de García Moreno, actualmente remodelado y ocupado por un hotel. (I)