Urdesa fue el punto de encuentro para una jornada musical cargada de emoción y beneficios para la salud. El Club EL UNIVERSO, en alianza con Geronto –Centro Fisioterapéutico Integral para el Adulto Mayor–, organizó el taller “Geronto le canta a Guayaquil”, dirigido a suscriptores del Diario. La actividad se desarrolló con el objetivo de promover el canto como herramienta terapéutica para adultos mayores, coincidiendo con las festividades de la ciudad.
El espacio no solo permitió el aprendizaje vocal, sino también la conexión emocional y la socialización. Diana Ramírez, directora de Geronto, explica que este tipo de iniciativas tienen un impacto integral: “Las actividades recreativas siempre aportan beneficios en la salud integral. En el caso del canto, ofrece mejoras físicas, mentales y emocionales, además de un mayor sentido de conexión social. Trabajamos con una habilidad tan noble y sensible como la voz”.
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Entre los beneficios físicos, Ramírez menciona el fortalecimiento de los músculos respiratorios y cuerdas vocales, mejora de la capacidad pulmonar y aumento de la circulación sanguínea. En lo cognitivo, estimula la memoria, la concentración y la comunicación. Y en lo emocional, “reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, aumenta la autoestima y facilita la expresión de emociones”, asegura.
La idea del taller nació de la experiencia positiva que han tenido con clases personalizadas de canto en Geronto, impartidas por la vocal coach Cecilia Torres. “Quisimos trasladar esa metodología a sesiones grupales para sumar beneficios de socialización, convirtiéndose en una estrategia integral entre lo divertido de cantar y los beneficios terapéuticos”, indica Ramírez.
La respuesta fue tan buena que debieron abrir una segunda fecha. “El canto sigue siendo muy aceptado por la población adulta mayor y planteado adecuadamente se convierte en una herramienta terapéutica importante”, añade la directora. De hecho, ya planifican un Programa Grupal de Canto para Adultos Mayores a partir del 6 de agosto, abierto tanto para suscriptores como para el público en general.
Club EL UNIVERSO y Geronto - Taller de canto
Por su parte, Cecilia Torres, vocal coach a cargo del taller, resalta que el diseño de la actividad fue integral, abarcando cuatro áreas: cognitiva, emocional, social y vocal. “Desde lo cognitivo, trabajamos la mente a través del aprendizaje de nuevas melodías y el recuerdo de canciones representativas de Guayaquil. A nivel emocional, el canto despierta memorias significativas. En lo social, se convierte en un espacio de encuentro y alegría. Y en lo vocal, aplicamos una técnica moderna y accesible para cantar de forma saludable”.
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Antes de empezar a cantar, los asistentes realizaron ejercicios para preparar cuerpo y voz: movimientos suaves para liberar tensiones, ejercicios SOVT con agua para el calentamiento y técnicas de canto moderno como Speech Level Singing, que permite mantener una voz equilibrada sin esfuerzo.
Torres destaca la conexión y el entusiasmo de los participantes: “Me impactó el interés por su propia voz. Incluso quienes tenían condiciones como nódulos o parálisis vocal se animaron a cantar. También hubo un caso con párkinson que, aunque no podía comunicarse verbalmente, disfrutó el taller con una emoción indescriptible”.
El repertorio incluyó clásicos guayaquileños como Guayaquil de mis amores, Guayaquileño madera de guerrero y El alma en los labios, elegidos para despertar la memoria afectiva y fortalecer la identidad cultural. “Esta generación nació en una época privilegiada de la música. Cada canción fue un puente hacia su historia”, afirma la vocal coach.
Para Torres, el taller confirmó una idea que repite con convicción: “Nunca es tarde para cantar. La voz sigue siendo un canal poderoso de identidad y bienestar. Estos espacios no son solo recreativos, son de salud, dignidad y conexión”. (I)