Con camisetas blancas en las que estaba estampada la frase “Solo muere quien es olvidado” acudieron hasta las calles Limberg y Robles, en el sur de Guayaquil, familiares y allegados a Carlos Vega Ipanaqué. El joven murió tras recibir varios disparos, presuntamente, por parte de un militar durante un operativo.
Este domingo, 16 de febrero, en este punto del sur de la urbe se concentró un grupo de amigos y parientes al frente de un mural que se pintó para recordar a Vega.
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El rostro del joven se pintó en blanco y negro sobre un fondo turquesa y morado. A un costado se colocó su nombre y la fecha de su muerte.
Miembros del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) acompañaron a familiares, quienes un año después de la muerte de Vega aún se muestran consternados y piden que se haga justicia.
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El acto de memoria, como nombraron los participantes al pequeño evento, tenía el objetivo de recordar la vida de Carlos Javier. “Se pide que se hagan disculpas públicas del ministro de Defensa y también de las Fuerzas Armadas, quienes llamaron ‘terrorista’ a Carlos Javier”, dijo uno de los asistentes.
En diciembre de 2024, familiares instaron a las autoridades a que el proceso se desarrolle con celeridad y se sentencie a los culpables.
El 2 de febrero de 2024, Carlos Javier, de 19 años, y su primo circulaban por las calles Domingo Comín y Vicente Trujillo cuando se percataron de un control militar. Ellos se dirigían hasta una universidad que queda en este sector de la ciudad para vender un perro.
El chofer, según familiares, se bajó del carro y pidió a los uniformados que lo dejaran pasar ya que se dirigía al sector de la universidad. Un militar le habría indicado que no se podía pasar y que debía retroceder, ya que estaban en un operativo.
En el momento de realizar la maniobra habría rozado a un patrullero que estaba en el área y, luego de ello, un uniformado habría disparado hacia la ventana del copiloto en donde estaba Vega.
En el momento de trasladarse hasta un hospital en el sur de la urbe se detuvieron en la av. Domingo Comín por la grave condición del herido. El conductor, quien también recibió un disparo, solicitó ayuda para su primo en ese momento. Sin embargo, en ese lapso, llegaron militares que los habrían tirado al piso.
Carlos Vega recibió cuatro impactos de bala: dos le perforaron el pulmón y los otros dos proyectiles le destrozaron el estómago y la columna vertebral.
“Recordamos a Carlos Javier y buscamos que no se olvide su vida y que se haga justicia”, manifestaron familiares. (I)