El encebollado, el bolón, los cangrejos criollos, el bollo de pescado y el arroz con menestra y carne no solo satisfacen nuestros vivaces apetitos, sino también la identidad de una ciudad que hoy celebra su independencia con cada plato servido. Porque, en los últimos días, estos platillos han sido tema de conversación, debate e incluso dilema entre la población.

En nuestras redes, la conversación fue tan sabrosa como diversa. Seguidores de todos los sectores escribieron sus puntos de vista, contaron anécdotas con sus platillos favoritos y también votaron por los más representativos de la Perla del Pacífico. El resultado: un quinteto que reúne tradición, calle y fiesta.

“No puedo elegir… no me hagan eso. Soy débil”, “No se puede elegir entre dos amores, imposible”, “Difícil decidir, uno en el desayuno y otro en el almuerzo y listo”, “La gente que prefiere cangrejos por sobre el cebiche no sabe comer” fueron algunos de los comentarios que se plasmaron en las redes sociales de EL UNIVERSO.

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La añoranza también se asomó entre los comentarios de los usuarios: “Cómo extraño mi comida ecuatoriana, un saludo para todos desde Asunción, Paraguay”. Y tampoco faltaron otros muy originales: “Encebollado es el lomo plateado de las sopas de pescado, el Red Bull del pueblo, el caldo de Neptuno”. Cada mensaje dejó clara la idea de que cada bocado de un platillo típico invita a recordar la rica tradición culinaria que guarda nuestra ciudad.

Plato que cura todos los males

Con el 82 % de las votaciones en nuestra encuesta, el poderoso encebollado se convirtió en el rey de los desayunos. El Manizado de Vergeles ofrece un encebollado fresco y sustancioso. Foto: Cortesía

Dicen que cuando tenemos resaca, luego de una gran farra guayaca, o una tristeza invade nuestro corazón la mejor cura es un buen encebollado. Acompañado de su respectivo chifle, pan y un jugo de naranja natural, este ícono de la gastronomía guayaquileña –y del Ecuador entero– combina la frescura de la albacora con un caldo rojo, yuca y especias.

Su origen se remonta a los tiempos portuarios, cuando los pescadores regresaban del mar al amanecer y buscaban un plato caliente y sustancioso para recuperar fuerzas. Hoy se sirve en carretillas, restaurantes y hasta en desayunos de lujo.

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El desayuno de los campeones

El bolón nació en las calles, en los patios en donde el plátano verde o pintón se majaba con manteca y queso o chicharrón. Es un platillo sencillo pero poderoso: combina la fuerza del plátano con la proteína que se tenga a mano, además de que representa la creatividad guayaca, capaz de hacer festín con lo cotidiano.

En todo tiempo, y más en época de festividades, el bolón es desayuno obligatorio. Puede consumirse solo, aunque se complementa perfecto con unos huevos y bistec de carne, incluso sal prieta.

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Explosión de sabor al paladar

Con el 64 % de los votos, el bollo de pescado se alzó como el triunfador en un duelo contra el caldo de salchicha. En El Manizado el bollo es uno de los platos más solicitados. Foto: Cortesía

El bollo es pura poesía costeña: masa de verde rallado, mezclada con maní, pescado y su respectiva salsa de cebolla, que se envuelve en hojas de plátano y se cuece al vapor del baño maría. Su historia está ligada a los caminos rurales

y los viajes en tren: un alimento práctico que podía conservarse por horas. Según el gusto, se le integra el camarón, se come con arroz y una bebida fría.

El festín que une generaciones

Sin duda, el cangrejo criollo triunfó con el 66 % de los votos. En Don Cangrejo, situado en Miraflores, encontrarás los deliciosos crustáceos, así como otras especialidades con carne de cangrejo. Foto: Cortesía

Si hay un ritual que define a Guayaquil es la cangrejada de viernes por la noche o de domingo familiar. Este encuentro es un patrimonio vivo, una tradición que combina lo festivo con lo ancestral, porque pelar un cangrejo es también detener el tiempo y disfrutar del momento.

Los cangrejos criollos, cocidos con abundante comino, ajo, cerveza, culantro y otras especias, son más que un plato: son una verdadera experiencia gustativa y colectiva. Comer este manjar proveniente de los manglares implica conversación, risas, esfuerzo y complicidad. Siempre acompañados de arroz, maduros y una deliciosa ensalada, estos son la excusa perfecta para celebrar al Puerto Principal por todo lo alto.

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Infaltable en la mesa costeña

El arroz con menestra arrasó con el 83 % de la encuesta. En Las Costillas del Don puedes encontrar este platillo con carne y otras de tus proteínas favoritas. Foto: Cortesía

No hay menú más ecuatoriano, ni más guayaquileño, que el arroz con menestra y carne. Un platillo clásico infalible en nuestras mesas y que recuerda que la buena comida no necesita adornos, solo sazón y cariño.

Este plato –que se prepara con fréjoles o lentejas– se puede encontrar en las esquinas de los barrios, en restaurantes populares y en las mesas familiares. (I)