Vieron su cuerpo por última vez ayer, horas después de que falleciera tras ser internado con una neumonía causada por el COVID-19. Parecía un mal sueño donde todo pasa de forma rápida y sin tiempo para asimilar la nueva realidad, en un país ajeno, sin familiares, con leyes y trámites distintos por cumplir. Y también con una deuda económica a cuestas, en medio de aquel dolor que crece y que a ratos ahoga.