<strong>Crear espacios para el consumo del arte</strong>, abiertos y gratuitos que permitan que la sociedad tenga un encuentro real con las manifestaciones artísticas, así como<strong> impartir talleres didácticos a través de la danza y las artes plásticas a niños con necesidades educativas especiales</strong> son los pilares del proyecto<strong> Arte en Crecimiento.</strong><strong>Veintiuno estudiantes de las carreras de Danza, Artes Plásticas, Música y Sonido y Producción Musical, de la Escuela de Artes, que pertenecen a la facultad de Artes Liberales de la UEES</strong>, están involucrados en este proyecto, cuya primera edición se realizó el año pasado y que actualmente ejecuta la segunda, que empezó en junio y concluirá en noviembre.El proyecto consta de dos aristas. Silvia Durán, directora de este, explica que una va ligada al primer propósito, el de crear espacios para el consumo de arte, algo que –según dice– se está logrando con presentaciones gratuitas de bailes, ballet, teatro musical, conciertos, exposiciones de pintura y creaciones de murales protagonizadas por los estudiantes.“Lo que se busca es que las personas estén en contacto directo con el arte, se familiaricen con las manifestaciones artísticas, sepan qué son, para así aumentar la educación artística en la sociedad. Además, estas experiencias con públicos reales son importantísimas en la formación de un artista”, comenta Durán.Los estudiantes se han presentado en parques, en el malecón del Salado, en la parroquia El Morro, el cantón Nobol, entre otros lugares, con la asistencia técnica de los estudiantes de Producción Musical. “Definitivamente es una oportunidad gigantesca para poner en práctica las habilidades y conocimientos adquiridos en la universidad y para fortalecer el trabajo en equipo. Es una experiencia inolvidable hacer arte frente a un público real”, dice Dominique Cedeño, estudiante de Danza.La otra arista del proyecto se realiza en la <strong>Escuela Particular Konrad Adenauer</strong>, que alberga a más de 40 niños y adolescentes, de entre 4 y 14 años, que tienen necesidades educativas especiales y en algunos casos inmadurez neurológica, como lo indica Clara Díaz, directora de la escuela.Los estudiantes, con la guía de los profesores de cada carrera, imparten talleres de danza, música y artes plásticas, a los niños de la escuela, todos los viernes, de 08:00 a 12:00.“La parte de enseñar es primordial en nuestra preparación como profesionales porque va de la mano con la producción de una pieza de arte. Esto nos ayuda a tener experiencia laboral y a conocer cómo transmitir el arte hacia las otras personas”, enfatiza Kevin Duque, estudiante de Artes Plásticas.Para el taller de artes plásticas se hicieron actividades básicas de pintura para mejorar la motricidad fina y gruesa, ayudarlos en la concentración y en la comunicación, de acuerdo con Durán.Los talleres de música se centran en la identificar notas y sonidos a través de canciones. Esto, según Durán, también contribuye a ejercitar su concentración y a relacionarse entre compañeros, mientras que con la danza se desarrollan habilidades motoras y se fomenta el desarrollo de la creatividad.“Todo lo que es movimiento del pensamiento genera el despertar de nuevas neuronas, algo muy importante en niños que están en proceso de inclusión educativa. Con estos talleres se aplica un mecanismo de inclusión, sin exclusión bajo ninguna condición, porque todos tienen la oportunidad de aprender a su ritmo”, asegura Díaz. <strong>(I)</strong>