El 28 de mayo de 1944 Guayaquil fue escenario de una revuelta ciudadana que cesó del cargo al entonces presidente Carlos Alberto Arroyo del Río, golpeado por la firma del Protocolo de Río de Janeiro, que cercenaba a favor de Perú casi el 40% de lo que era el territorio nacional. A cambio, las tropas peruanas abandonaban posiciones en El Oro y Loja.

Luego del episodio, una segunda rebelión en el Puerto Principal, el 17 de julio de 1944, esta vez de padres de familia, sacó del cargo a la directora de la escuela fiscal de Mecanografía y Taquigrafía. Y marcó el inicio de las gestiones que llevaron a la creación por acuerdo ministerial del hoy emblemático colegio 28 de Mayo.

“En esa época, por el auge comercial, se requería de esa especialización”, refiere la vicerrectora Teresa Peña, quien orgullosa menciona que fue veintiochina.

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El plantel, con 67 años de historia como institución de alumnado femenino y siete bajo la modalidad coeducación (mixto) registra a la fecha 3.600 estudiantes, según el rector Kléber Zapata.

Entre las especialidades académicas, la autoridad enumera el Bachillerato Técnico en Contabilidad, en Comercialización y Ventas, y en Organización y Gestión del Secretariado. Además, el Bachillerato en Ciencias (solo en jornada vespertina), Bachillerato Internacional (BI) y Bachillerato Técnico Productivo (BTP).

Respecto a estas dos últimas, Zapata señala que del BI van por la cuarta promoción, y del BTI, por la tercera.

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El 20 de diciembre de 1944, Alfredo Vera, ministro de Educación, expidió el acuerdo para la creación de la Escuela Fiscal de Mecanografía y Taquigrafía 28 de Mayo. Allí fue que se hizo mención a la revuelta conocida como La Gloriosa.

La vicerrectora Peña reseña que la escuela funcionaba en las calles Rumichaca (llamaba Chanduy en esa época) y Aguirre, luego por una donación de la Prefectura las instalaciones pasaron a la avenida Carlos Julio Arosemena. “Hubo una colecta general en Guayaquil para apoyar al colegio, porque era el colegio que sacaba mecanógrafas...”, sostiene la funcionaria.

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En abril de 1948 pasó a Colegio Técnico 28 de Mayo. 

Revuelta derivó en cambio de presidente

La revuelta del 28 de mayo de 1944 marcó la salida del poder de Carlos Alberto Arroyo del Río (1940-1944) y la asunción de José María Velasco Ibarra (1934-35, 1944-47, 1952-56, 1960-61 y 1968-72). El escenario fue Guayaquil y, según historiadores, el enfrentamiento entre ciudadanos y carabineros (policías) dejó muertos y la quema de cuartel de estos últimos, que funcionaba en la hoy sede provincial de la Comisión de Tránsito del Ecuador, en las calles Chile y Cuenca.

Melvin Hoyos, Ezio Garay y Carmen Avilés sostienen que había descontento con Arroyo del Río, por la pérdida de territorio en el conflicto con Perú, que el levantamiento fue forjado por grupos de izquierda, comunistas y conservadores, que el Gobierno cayó al perder el presidente el respaldo de las Fuerzas Armadas.

Hoyos, director municipal de Cultura, asegura que Arroyo del Río dejó textos en los que narró la situación bajo su perspectiva. Dice que quiso evitar la dictadura militar, por cuando habría conocido de una frustrada compra de municiones, que eminentemente ello debilitaba a las tropas nacionales.

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Según él, Arroyo del Río pidió a su familia que los documentos sean públicos contados 50 años, lo cual supuestamente fue respetado.(I)