Corea del Sur se encuentra a más de 15 mil kilómetros del Ecuador, pero la distancia no es barrera para que los nativos de este país continúen con sus ideologías. “En Corea no hay una religión establecida. Los budistas, evangélicos y católicos tiene una buena relación”, explica Soh Sane Yeol, presidente de la comunidad coreana en Guayaquil. “La moralidad es lo más importante. Los coreanos tienen mucha cortesía”, describe.