Lily Pilataxi, Katrin Alarcón, Isabel Pérez y Mónica Rugel tienen en común que aman educar y que la vida las ha puesto al mando de centros educativos.

Desde sus puestos, que a diario las conectan con los chicos y maestros y el reto de ir a la par con el ritmo acelerado de la tecnología y la juventud, ellas nos cuentan sobre el camino andado y lo que esperan de su labor en los colegios que dirigen.

Ama educar
En el kilómetro 6,5 está la Unidad Educativa Bilingüe Jefferson, creada en 1976. Ahí el timón está a cargo de la guayaquileña Mónica Rugel Chávez, de 36 años. Ella es viuda y tiene tres hijos. Aunque estudió Ingeniería en Gestión Empresarial, cree que desde el comienzo debió haber estudiado para maestra.

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Recuerda que cuando era estudiante de colegio y sus compañeros iban a su casa a estudiar para algún examen, ella sacaba una pizarra y les enseñaba como si estuviera en una aula y si no prestaban atención se molestaba.

Cuando tenía 19 años la llamaron del centro educativo La Moderna, donde había estudiado desde pequeñita, para que diera clases de Inglés para la primaria, pero ella quería otro nivel así que les pidió que la probaran para la secundaria y si no funcionaba que no la contrataran.

Pasó la prueba y se quedó para enseñar en octavo, noveno y décimo. Después también la asignaron para segundo de bachillerato. Cinco años después aplicó para trabajar en el Jefferson y ya lleva doce años en esa entidad y desde hace dos años es la rectora.

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Ahora se siente muy feliz del camino tomado y les aconseja a sus compañeros que para enseñar hay que tener vocación porque es una carrera muy sacrificada.

El ser rectora la ha alejado de dar clases y lo echa mucho de menos. “Trato de que el rectorado no me limite de compartir con los alumnos, ya sea en el recreo o cuando están en clases, de saludarlos, de estar en contacto”, dice la educadora.

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Señala que los maestros tienen que ir adaptándose a los cambios de las épocas, los cambios generacionales, los intereses de los estudiantes, porque de ello va a depender la metodología de la enseñanza.

“La educación ha cambiado, ahora las herramientas tecnológicas son muy importantes, pero no son el centro de la educación, el centro es la actividad docente”, anota Mónica, quien también tiene una maestría en educación superior.

Desde Alemania
Katrin Alarcón, tiene 44 años, es alemana y desde hace cinco años dirige el Colegio Alemán Humboldt, ubicado en Santa Cecilia, creado en la década de los 50 por Fritz Witte y Renate Lembke.

Sus padres siempre fueron parte de la red de los colegios Alemanes en el extranjero. Su papá trabajó en el colegio de Barcelona, España, y después le ofrecieron el cargo de rector en Guayaquil, de 1990 al 1997.

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“Ahí vine como alumna-hija, hice dos años en el colegio y me regresé a Alemania a seguir estudiando. En esa época nunca me imaginé que regresaría a Ecuador como rectora”, dice con una gran sonrisa.

Katrin está casada con el argentino Poen Alarcón, radicado desde pequeño en Ecuador y que trabaja como director técnico de la sección juvenil de Emelec. La pareja tiene una hija de dos años y cuando termine el contrato de Katrin, en 2019, retornarían a Alemania, donde vive la familia de ella.

La educadora dice que el rol de un verdadero rector es apoyar y acompañar a sus profesores; ver por su constante formación profesional. Representar al colegio y velar porque haya una comunicación buena y transparente con los padres y la comunidad escolar.

“Un rector tiene que dictar un determinado número de horas de clases para mantener así el contacto con los estudiantes y estar al tanto de las tendencias educativas actuales”, puntualiza.

Nació para educar
Desde pequeña, Lily Pilataxi de Arenas jugaba a ser maestra. Ella creó y dirige la Unidad Educativa Steiner, en el kilómetro 16,5 de la vía a la costa y fundada en 1995.

La educadora, quien al hablar de su edad dice que tiene ‘cincuenta’, porque ya no los cuenta, señala que tiene cuatro hijos y está casada con un hombre extraordinario, que la dejó lograr sus sueños como maestra, periodista y diplomática.

Estudió en el Normal Rita Lecumberri, donde se formaban las maestras, luego en el Normal Manuela Cañizares de Quito. Recuerda que fue maestra en Olón. “Fue el comienzo de mi sueño, quería iniciarme como maestra rural siguiéndole los pasos a la gran Gabriela Mistral, de quien tuve cuando niña una caricia en mi rostro, invitada a la anexa del Normal Rita Lecumberri, en la que declamé un poema de su autoría frente a ella”.

Fue profesora y directora del Colegio Alemán de Guayaquil, directora de Educación de Guayaquil y fundadora del Colegio La Moderna. Ve como algo extraordinario la tecnología en la educación. “Lo importante es transformar esa información en conocimientos, para lo cual se necesita, en este siglo y siempre, maestros que no dejen a sus alumnos ahogarse entre tanto tecnicismo, por lo que deben tener presente la formación de la humanidad de sus alumnos, que significa dirigirlos, guiarlos dentro de los valores humanos”, dice.

Maestra por casualidad
Se llama Lucía Pérez Jiménez, pero prefiere que le digan Isabel Pérez, porque así la conocen todos. Tiene 66 años y desde hace un año dirige la Unidad Educativa Santiago Mayor, en la vía a la costa, fundada en el 2003.

Nació en Quito, y desde hace 47 vive en Guayaquil, donde se casó, tiene dos hijos. Se inició como educadora en 1985 en un colegio particular donde enseñaba inglés. Después trabajó en otro colegio particular como orientadora vocacional y coordinadora, porque ella es psicóloga. Trabajó por 30 años en la Universidad Católica de Guayaquil, en la que ocupó varios cargos, el último fue de directora de la carrera de Gestión Empresarial. Luego se jubiló de esa entidad.

Dice que hasta graduarse del colegio pensaba que lo último que quería estudiar era para maestra, pero que la vida la puso en ese rol y ahora se siente muy complacida de ese trabajo. Cree que el rector debe ser una persona con mucho conocimiento, prudencia para ver todo de una manera más lógica, además adaptarse a los tiempos, ser flexible al avance de la tecnología y a los cambios generacionales. (F)