Ecuador desea tener su propio Hollywood, es decir, una industria cinematográfica potenciada, tal como lo ha conseguido Colombia, que goza de producciones de todo nivel posicionadas en plataformas de streaming, como Netflix, lo que no solo les deja una larga fanaticada, sino importantes ingresos.

Lograrlo es un camino largo, pero el primer paso para el gremio de productores de cine y de la industria audiovisual del país se da tras la aprobación de una ley urgente para la transformación digital y audiovisual.

En el proyecto de normativa se ha incorporado un artículo que plantea la creación de un certificado de inversión audiovisual, el cual mediante incentivos tributarios busca promover e impulsar la producción nacional y extranjera en el territorio ecuatoriano. Con esto se busca fortalecer las actividades directas e indirectas involucradas en la actividad audiovisual y a su vez potenciar a Ecuador como un destino cinematográfico.

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El proyecto de ley fue presentado por el Ejecutivo a la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional el 23 de noviembre. La tarde del sábado 10 de diciembre, el documento fue analizado en primer debate. Fue expuesto por Mariana Andrade, directora ejecutiva de Ocho y Medio, en representación de ocho organizaciones y empresas audiovisuales.

La cineasta justamente resaltó el nuevo instrumento tributario propuesto. Destacó que “se convertirá en un enganche y un elemento clave” para atraer al país producciones cinematográficas que “dinamizan e inyectan recursos a la economía de manera inmediata”. Incluso realzó que la situación de empleabilidad del país mejoraría de “forma drástica”.

Tres voces explican la importancia de este mecanismo tributario.

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Dra. Paola Robalino (Ecija Abogados), especialista en derecho tributario: ‘Podemos promocionar a nuestro país con producciones audiovisuales en el extranjero’

El certificado de inversión audiovisual toma su nombre de un instrumento similar que está en vigencia en Colombia denominado CINA (por sus siglas). El CINA representa un crédito tributario para el pago del impuesto a la renta, el IVA o el ISD, explica la abogada Paola Robalino. Ella pertenece al bufete Ecija Abogados, de Quito, el cual asesoró la redacción de la normativa a pedido de la Copae (Corporación de Productores y Promotores Audiovisuales del Ecuador), ilustra la jurista.

El certificado en cuestión ayudaría a aliviar la carga tributaria a quien lo recibe. Por ejemplo, menciona que, si tiene un certificado por $ 10.000 y su impuesto suma $ 12.000, finalmente pagaría la diferencia, $ 2.000, en tributos. “Es un mecanismo que usa el Servicio de Rentas Internas cuando devuelve impuestos, y realmente lo que entrega es un derecho a la persona que reclama, denominado nota de crédito. Así se llama en nuestro país ese mecanismo, pero podría ser similar con el certificado de inversión audiovisual”.

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Ciertamente, el tema tributario es uno de los más importantes en el tratamiento de este proyecto de ley.

“Lo tributario siempre es importante, porque representa un costo para todas las compañías o personas que realicen cualquier tipo de servicio o produzcan cualquier tipo de bien. Y eso no es ajeno a la producción audiovisual. Pero más allá de eso, lo que queremos es que el Ecuador sea visible por tener un mecanismo que ya tienen otros países; no es que estamos inventando el agua tibia: este es un certificado de inversión audiovisual que existe, por ejemplo, en Colombia y en Perú”, aclara Robalino.

Entre los resultados que se pueden esperar tras la aprobación de este instrumento, la abogada señala un incremento de la inversión extranjera, como la mayor meta.

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“Llamamos así a las grandes productoras internacionales para que vengan y hagan sus películas, sus videojuegos, publicidades, videos musicales, series cinematográficas... Además vemos (que este tipo de producciones) potencian destinos turísticos, como le ocurrió a Turquía con sus novelas”. En ese sentido, considera que el turismo será un beneficiado indirecto de la iniciativa. “Es absolutamente positivo por cualquier punto de vista”.

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Agrega que puede ser una oportunidad de desarrollo para el Ecuador. “Además, considero que las locaciones más importantes no se espera que sean ni Quito ni Guayaquil, sino más bien el resto del país: la selva, las montañas, Galápagos... Entonces, la inversión no va a ir focalizada solo a las grandes ciudades”.

¿El marco tributario de nuestro país está preparado para este tipo de incentivo? “El marco constitucional, sí: tiene los principios que permitirían establecer este sector como de interés nacional... Tenemos que ver que nuestro marco tributario es bastante complejo, y eso hace que los impuestos sean un costo muy importante en cualquier producción de bienes y servicios; no nos permite entrar directamente en el entorno internacional, porque tenemos impuestos altos y en dólares. Pero eso no lo podemos modificar, sino adaptarnos”. Este incentivo podría equilibrar la balanza, opina Robalino.

¿Existen barreras para la implementación de la ley propuesta? “No, más bien creo se nos ha despertado este interés, y creemos que es un sector que puede despegar y que puede traer mucho beneficio para el país... Vemos que hay consensos entre el Ejecutivo y la Asamblea; eso es una oportunidad”, recalca la jurisconsulta.

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Ana Cecilia Alvarado, CEO de Ecuavisa Estudios: ‘Tengo comprometidas algunas plataformas para grabar en Ecuador’

A nivel global, la industria audiovisual genera anualmente “220 billones de dólares”, estima Ana Cecilia Alvarado, CEO de Ecuavisa Estudios. De esa cifra, “nada” llega a Ecuador, lamenta la ejecutiva. Por eso y por su experiencia, está segura también de que con el proyecto de ley “nace una nueva oportunidad” que “definitivamente cambia la historia de la industria audiovisual en el Ecuador”.

Mientras se analiza el nuevo cuerpo legal, simultáneamente Alvarado se prepara para su posible vigencia, cuenta en esta entrevista. “Ya tengo comprometidas algunas plataformas para venir al Ecuador, que regarán su dinero de forma inmediata en el país”.

A decir de la directora ejecutiva, la inversión provocará la capacitación del talento alrededor de los procesos de la actividad audiovisual. “Lo primero que va a suceder a partir de la llegada de ese gran dinero es la capacitación del talento. Vamos a trabajar con el Banco Interamericano de Desarrollo y con el Centro de Desarrollo de Habilidades del Siglo XXI”.

En consecuencia, la empleabilidad se incrementará en múltiples sectores. “Por ejemplo, producir una película para cualquiera de las plataformas no baja de los tres o cuatro millones de dólares. De ese valor se destina a servicios directos de producción un 35 %. Luego hay hotelería y cáterin, un 11 %; viajes y traslados, 17 %; inmobiliaria, 7,6 %; moda y estética, 7 %; financiero y legal 12 %... Es decir, hay muchos otros efectos. Directamente se beneficia la gente que trabaja en la industria audiovisual, como camarógrafos, directores, actores, entre otros; luego, indirectamente, a otros servicios”.

Hay un tercer tipo de efecto: el inducido, agrega Alvarado. “Es la multiplicación de la marca país. El hecho de que vengan grandes plataformas a invertir a Ecuador se va a convertir en una forma de exportar nuestra identidad y nuestro país al mundo entero”.

A decir de la CEO de Ecuavisa Estudios, mantiene negociaciones para trabajar en el país con Warner, Telemundo y empresas de México y Colombia. “Quieren venir a conocer a Ecuador y hacer sus inversiones. Pero aún no está confirmado, porque, por supuesto, estamos expectantes de la ley. Pero hay un interés, porque Ecuador es un escenario alternativo, virgen”.

Hace poco, Alvarado participó en el evento MIP Cancún, donde realizó el lanzamiento de una campaña denominada Take Ecuador. “Es uno de los eventos más importantes de compra y venta de contenidos a nivel mundial, que sucede todos los años en México. Ofrecimos a Ecuador como centro de producción para que vengan las grandes plataformas, justamente a conocer, a grabar películas, series, documentales, y para que conozcan los beneficios, no solos los naturales, sino de logística, el equipo humano, y lo más importante: la cercanía de las locaciones entre las cuatro regiones, la infraestructura vial, y recordarles que somos dolarizados. Tenemos estos elementos diferenciadores al resto de países latinoamericanos”.

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Alvarado reflexiona que la vigencia de un CINA en Ecuador apenas es el primer paso. “Tenemos que mejorar todos los instrumentos financieros y tributarios para el cine. Estamos a años luz de los grandes líderes, como España, que en este momento es la Hollywood de Europa... En este momento tenemos una propuesta para hacer doce películas en el Ecuador... Podemos ser parte de ese crecimiento siempre y cuando tengamos los incentivos necesarios”.

La ejecutiva reconoce que se está emulando un poco el camino estratégico que emprendió Colombia, por lo que, entre ambas naciones, vislumbra, podría establecerse una powerhouse (central) regional”. “Esa es nuestra apuesta, porque solitos no podemos jugar: es demasiado grande la industria y es demasiado sofisticada”.

Por eso, recalca que, además de lo tributario, son necesarias estrategias a largo plazo y autosustentables. “Finalmente, el resultado será un esfuerzo público-privado. Sí, es un esfuerzo del gremio, pero va de la mano del Estado”.

Ana Piñeres, productora de cine colombiana: ‘Podemos empezar a hacer coproducciones, alianzas y presentarnos como una fortaleza de región’

En Colombia el certificado de inversión audiovisual está vigente gracias a la ley de cine 1556. Se trata de un crédito fiscal del 35 % de lo invertido en un periodo dado.

“El Gobierno colombiano les otorga a las empresas internacionales que inviertan en servicios de producción audiovisual, y en todo lo que requiera una producción audiovisual, créditos fiscales en un 35 % de lo invertido. Es decir que, si se invierten 10 millones de dólares, pues 3,5 serán devueltos en un documento, que por cierto es totalmente válido en la bolsa colombiana y (para) ser negociado, para deducir impuestos y para que, de alguna manera, eso se convierta en un cash que devuelve un beneficio a las empresas que han invertido en la economía nacional”, explica la productora Ana Piñeres, presidenta de Egeda Colombia.

La aplicación de este instrumento provocó un “salto cuántico” para Colombia, asegura Piñeres. Desde su perspectiva, el CINA le ayudó a su industria a posicionarse en el panorama audiovisual y convertir a Colombia en un país competitivo a nivel mundial. “Este incentivo atrajo a muchísimas compañías internacionales a que se instalaran en Colombia, a que creyeran en nuestros productores, que miraran hacia nuestras historias y que hoy en día se convierta a Colombia en un hub audiovisual mundial”.

Es más, sin la vigencia de este mecanismo, Piñeres considera que la industria audiovisual colombiana se hubiera estancado desde hace diez años. Sería totalmente una industria de consumo de televisión nacional, considera la productora creativa y ejecutiva de la serie Pálpito (Netflix).

“Tenemos una plantilla hoy en día en las grandes plataformas. En Netflix, particularmente CMO Producciones ha realizado en la actualidad una de las series más importantes del año para esta plataforma, Pálpito, posicionándose como uno de los contenidos mundialmente más vistos en la plataforma. Acabamos de rodar su segunda temporada entre Colombia, Estambul y México”. A decir de Piñeres, esto demuestra la credibilidad que tiene la plataforma hoy en día, donde se pueden ver más de diez a quince contenidos originales.

Y eso solo es Netflix. Colombia también tiene en la mira a Amazon, dice Piñeres. “No solamente hablemos de las plataformas; veamos también lo que hacen las productoras de Hollywood y las productoras independientes del mundo que están viniendo a rodar sus películas, sus documentales, sus realities, sus clips musicales y sus comerciales”.

En cuanto a la iniciativa de crear una central audiovisual entre Ecuador y Colombia, la cineasta opina que esto crearía una fortaleza regional.

“Como productora y una de las impulsoras también de este incentivo (...), para nosotros es muy poderoso poder llegar y decir que tenemos ya unos incentivos de región, no solamente unos ecuatorianos o colombianos, sino que también podemos empezar a hacer coproducciones, alianzas y presentarnos como una fortaleza de región”.

Además, sería muy atractivo crear historias colombo-ecuatorianas. “Podemos sumar no solamente el dinero de los incentivos, sino los paisajes, la formación de nuestro personal y empezar a echar para adelante juntos. Creo que es el inicio de un gran matrimonio que se puede dar muy orgánicamente y que puede ser muy bien visto en la industria audiovisual mundial”. (I)