En medio de las tensiones fronterizas entre México y Estados Unidos con la deportación de miles de personas desde el ascenso de Donald Trump, Netflix estrena Los gringo hunters, una serie que muestra a policías mexicanos de élite de la frontera de Tijuana con una misión: atrapar y deportar a fugitivos del país estadounidense.

La idea no viene enteramente de la ficción, porque, como dijo Andrew Leland Rogers —intérprete que da vida al agente Archi—, esta historia se inspira en lo que es la Unidad de Enlace Internacional o también llamada por “la gente” como “los cazagringos”, que nació en 2002 en el norte de México y registra la captura de más de mil fugitivos norteamericanos.

Con la intención de alejarse de cualquier narrativa “separatista o xenófoba”, este proyecto audiovisual —con estreno el próximo 9 de julio— busca hablar de “la capacidad que tenemos siendo gringos o mexicanos de colaborar” para que se logren “cosas grandes” y “se cumpla la ley”, explicó el actor mexicano Héctor Kotsifakis, que hace de Crisanto, un policía de la vieja escuela.

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Esa “colaboración” de la que habla Kotsifakis se enmarca en un contexto en el que México ha recibido más de 13.000 personas deportadas desde que Trump fue nombrado presidente, el 20 de enero, y en el que se han aprobado medidas como el plan fiscal con el que se aumentan los fondos para defensa y el control migratorio.

Ante ese panorama, puedes “sembrar una semilla en la conciencia de la gente, y ya si la gente quiere seguirle echando agua a esa semilla y que florezca algo y que te cambie la vida, pues, está padre (bien)”, aseguró el recién nominado con el Ariel por su participación en Pedro Páramo.

En doce episodios, este drama procedimental se apega a la realidad fronteriza al utilizar como fuente de inspiración el reportaje periodístico de The Washington Post, de Kevin Sieff, quien narra los casos trabajados por los verdaderos gringo hunters y con los que la serie nutre su trama en una secuencia de investigación y resolución al estilo de las sagas policíacas norteamericanas de los noventa.

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La diferencia es que en esta serie los policías son mexicanos y se “ven enfrentados a decidir hacer las cosas dentro de los márgenes de la ley o no”, sostuvo la voz protagonista de la serie, Harold Torres, quien en su papel de Nico más otros éxitos como Venganza silenciosa ha ido consolidado su talento en Hollywood.

Además, destacó que los gringo hunters operan en lo que será el Nuevo Tijuana —proyecto ficticio impulsado por políticos y empresarios de la serie—, donde sí hay “una colaboración entre los dos países (México-EE. UU.)”, algo que “funciona muy diferente a como lo estamos viendo con los migrantes”.

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Para Torres, Tijuana es más que una locación de rodaje, porque en esta ciudad habita la “contracultura” artística y “la resistencia” que se formó “a partir de toda la gente que intentaba llegar a Estados Unidos, pero mucha gente se quedó, otra gente se quedó por gusto, pero hay una que no pasó (la frontera)”.

El rol de la mujer policía

Entre la resistencia también surge el rol de Gloria, una de las mujeres dentro de la unidad policial. Con la interpretación de la actriz Mayra Hermosillo, muchas espectadoras podrán sentirse identificadas por su fuerza y lealtad, pero particularmente porque un hombre (Nico) ocupa un puesto de liderazgo que debió ser suyo.

“Estoy aprendiendo mucho de este personaje porque me doy cuenta de que yo, Mayra, normalizo mucho el estar abajo de, tengo muy normalizado el que el hombre tiene la última palabra”, reconoció Hermosillo sobre un silencio que ha permeado su vida por comentarios que podría recibir.

“Soy la loca, la histérica, la conflictiva, cuando lo único que quiero es comunicarme”, confesó.

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Aunque aseguró que Gloria —una mujer que en la realidad falleció durante la captura de un fugitivo— le despertó esa curiosidad por indagar todo aquello “velado del poder”, ya que hombres y mujeres “lo ejecutamos de manera distinta”. (E)