En las escenas iniciales de la primera película de La guerra de las galaxias (renombrada Star Wars: Episodio IV- Una nueva esperanza), la princesa Leia Organa da pie la acción, al enviar un mensaje holográfico a través de un droide (R2D2) en el que le dice a alguien llamado Obi-Wan Kenobi: “Ayúdame, eres mi única esperanza”. Era 1977, y 45 años después, presenciamos un reencuentro entre los dos en la pantalla.
Esto nos explica cómo conocía Leia de la existencia y el poder del viejo Jedi. ¿Solo por las historias de su padre? La respuesta está en los dos primeros episodios de la serie Obi-Wan Kenobi, que estrenó Disney Plus este 26 de mayo (a las 23:00, como incentivo a los fanáticos).
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Los hechos ocurren diez años después del Episodio III: La venganza de los Sith, y para entonces, el exmaestro de Anakin Skywalker está dedicado a ocultarse y a cuidar a lo lejos de un pequeño Luke Skywalker, que crece con sus tíos, con la intención de entrenarlo tan pronto como dé señales de la Fuerza. Y sí, al fin vemos la escena que ha convertido a Owen Lars en la estrella de numerosos memes en redes sociales cuando Owen cuestiona los resultados del entrenamiento del último padawan de Obi-Wan, ahora convertido en Darth Vader.
Sin embargo, Obi-Wan es apartado de su propósito por la persecución de los Inquisidores (oficiales del Imperio presentados en la serie animada Star Wars Rebels), que afectan a la parte de la familia que Obi-Wan ha decidido olvidar, la niña Leia (gemela de Luke e hija de Anakin Skywalker), a la que le dio un futuro aparentemente mejor como hija del senador Bail Organa, en Alderaan. ¿Por qué preocuparse por ella?
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Obi-Wan Kenobi enfrenta al personaje a sus malas decisiones y a sus miedos y también a una joven Leia (Vivien Lyra Blair) que no muestra signos físicos de la Fuerza pero es perspicaz, hace preguntas, desafía a los que la conocen y se rebela ante el destino de ser entrenada como la siguiente gobernante de Alderaan. Obligado por los acontecimientos, el Jedi se reencuentra con la Fuerza, desentierra su sable y sufre para reconciliarse con quien era, alguien confiado y seguro de sí mismo.
Aunque ha vivido reprimiendo por una década su talento y sobre todo su compasión, que le hace imposible apartar la mirada de los problemas de los demás, la personalidad de Obi-Wan vuelve a brillar y a convertirse, como vemos a través de los ojos de Leia, en un Jedi de verdad, solo que más viejo, más sabio, menos arrogante y menos solo.
Pero sus cualidades lo hacen también más visible a sus enemigos. Destaca enseguida, entre el grupo de Inquisidores imperiales, el empeño de la Tercera Hermana, Reva (Moses Ingram). Los Inquisidores, le explica Obi-Wan a Leia, fueron en su mayoría Jedi que pasaron al Lado Oscuro. Practican una cacería por medio de la intimidación y su propia marca de paciencia, con la teoría de que “los Jedi se cazan a sí mismos”, al delatarse a través de sus actos de resistencia y bondad.
Reva, uno de los personajes nuevos de la serie y del universo Star Wars, pero que se adueña rápidamente de la historia, rompe filas constantemente, porque tiene una motivación personal por encontrar a Kenobi, algo que sus compañeros desaprueban. Busca vengarse, recuperar su identidad, pero hay algo más, que solo deja saber al terminar el segundo episodio y que vuelve a dejar paralizado al Jedi.
Disney Plus, que tenía reservados los miércoles para el estreno de cada nueva serie de Star Wars, cambió de decisión con el estreno de Obi-Wan Kenobi, en competencia directa con la nueva temporada de Stranger Things de Netflix.
El tercer episodio de Obi-Wan Kenobi se verá por Disney Plus el miércoles 1 de junio. (E)