La migración es una realidad que a más de uno le ha tocado vivir. Por estudios, por trabajo o para buscar oportunidades fuera de la tierra que los vio nacer. El artista Mario Suárez recuerda que llegó a Guayaquil de Palosolo (El Oro), cuando tenía 17 años, para estudiar Creación Teatral en la Universidad de las Artes; ahora es el director de un gran homenaje a los artistas migrantes que viven en Guayaquil.

Con la premisa de que “el arte no cabe en una maleta, ni en los límites de un territorio”, Suárez presentará El cabaret del caribe en la ruta del libertador, un espectáculo multidisciplinario que reúne en escena a 20 artistas de nacionalidades venezolana y ecuatoriana en una única función. Este jueves 16 de diciembre en el auditorio del Museo Antropológico de Arte Contemporáneo.

La puesta en escena es parte de una iniciativa que impulsa la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), asociada a las Naciones Unidas. A decir de Suárez, quien también es actor, el propósito de este proyecto fue reunir a artistas profesionales de la ciudad en condición de migrantes y dar a conocer su talento, que de otra manera podría pasar desapercibido, a la vez que se concientiza sobre esta problemática que toca hasta al arte.

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“A Europa cada año llega una bandada de golondrinas desde África. Con esta idea como principio, de algo que llega una vez al año, creemos que sería igual de penoso no apreciar a los artistas extranjeros que viven en Guayaquil, al menos una vez”, defiende el artista.

Como indica su nombre, el show sigue el formato cabaret, que presenta una historia en cuadros, donde cada fragmento se destaca una forma artística, mezclando teatro, danza, músicos, acróbatas, entre otros, explica el director. “Allí estaré con Mucho Lote, un personaje de comedia que está hilando cada fragmento”, agrega.

Entre los nombres que se destacan en el elenco venezolano están la dramaturga y actriz Irlen Anciani, quien estrena la obra El fotógrafo; los cantantes Deisy Valverde (contralto) y Joan Álvarez (barítono) así como bailarines de folklore llanero. En tanto que la nómina ecuatoriana presenta a Patricio Jaramillo, director de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Guayaquil; los bailarines Byrone Prieto y Helen Chaca, de la compañía de danzas costeñas Retrovador; y la balletista guayaquileña María Clara Ambrosini, quien se sensibilizó con la temática del encuentro, pues mientras se formaba como balletista también cambió de ciudad en distintas ocasiones.

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“Yo viví dos años en Argentina y un año y medio en EE.UU. Pude conocer lo que es ser migrante, por eso me relacioné muy rápido con esta propuesta. Además, todos conocemos a alguien, un familiar, un amigo que ha migrado a Ecuador. Entonces todos deberíamos ser capaces de tener empatía en este tema”, sostiene la intérprete que dirige e instruye en la academia Artium. Ella presentará La muerte del cisne, una pieza que pertenece al repertorio de El lago de los cisnes.

El cabaret del caribe en la ruta del libertador cuenta con la producción de Casa Zona Escena. Empieza a las 20:00. La entrada es libre, con aforo limitado.

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