Culpable. Más de una somos culpables de arrearse con unas dos o tres amigas en el baño de un bar, restaurante y hasta de una oficina (recordar a Betty la fea con sus amigas de Ecomoda, cuando se reunían en la ‘sala de juntas‘ del cuartel) para echar lengua un rato e intercambiar impresiones de algo que le acaba de pasar a una de ellas. ¿O a un conocido o conocida de ellas, también, por si acaso?