Pagar por recibir acceso “exclusivo” a videos subidos de tono o pornográficos. Básicamente esa es la premisa de OnlyFans, una plataforma web que ganó seguidores y fanáticos durante la pandemia y que ahora ha anunciado una decisión radical que, para algunos, debe ser lo más parecido a la destrucción de la humanidad por una lluvia de bombas atómicas: se acabó el contenido sexual explícito en el sitio web.