Diez millones de dólares. Ese es el monto que el falso millonario Simon Leviev obtuvo de múltiples mujeres enamorándolas a través de Tinder y pidiéndoles que lo ayudaran con dinero temporalmente, porque sus onerosas y exorbitantes cuentas estaban siendo vigiladas por sus “enemigos” o los enemigos de su familia, ya que para variar se había hecho pasar por el hijo de una de las personas más ricas del planeta.