Llegar a los 50 años entregando la canción número 100 es el objetivo del cantante guayaquileño Luis Rueda; para ello, como dice el artista, tiene “un plan, proyecto, meta”, y explica en qué consiste. “En este momento yo tengo 49 años, que los cumplí en enero 28 de este año. Significa que el próximo enero 28 cumplo 50. Van a ser 50, pero con s, o sea, sin-cuenta”, dice Rueda para empezar.
Y continúa: “Desde que yo empecé en la música hasta la fecha, he lanzado en diferentes discos 93 canciones. Entonces, se me ha ocurrido a mí, acabo de firmar un contrato con una distribuidora digital internacional muy grande que se llama Altafonte, y con ellos hemos desarrollado un plan en el cual voy a subir toda la música que he grabado a la plataforma, porque debo tener más o menos la mitad subida hasta ahora. Entonces, me voy a poner al día con toda la discografía que ya fue editada, y aparte de eso voy a lanzar siete canciones para llegar a los 50 años entregándole al mundo la canción número 100. Este es el megaplan”, asegura.
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De acuerdo con el artista, Altafonte es una distribuidora multinacional, y resalta que “es la más grande básicamente de habla hispana; acaba de firmar con ella Julieta Venegas hace tres semanas”. Agrega que la oficina principal está en Madrid, pero también están en Lisboa, Milán, Nueva York, Los Ángeles, Ciudad de México, Bogotá, Lima, Buenos Aires, Brasilia, Santiago. “Todas estas oficinas tienen como sus lanzamientos, y mañana (este viernes) todas van a estar disparando a diferentes playlist”, apunta.
Sobre cómo se dio el contacto con la distribuidora, comenta que les escribió un correo. “Dije: ‘No tengo nada que perder, el no ya lo tengo’. Y mandé un e-mail diciéndoles: ‘Soy esto, estos son mis números, esta es la música que tengo’. Y pasó un mes y me contestaron; me dijeron: ‘Oye, Lucho, lo tuyo está increíble; nos encantaría trabajar contigo’. Y me aceptaron y firmamos un contrato”, relata.
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Y como parte del proyecto, este viernes será el primer lanzamiento con Altafonte, que se trata del álbum Adrede. “Voy a ir lanzando de la música que grabé pero que no está subida, de lo más nuevo hacia lo más viejo. De ese álbum (Adrede) he subido cuatro canciones a las plataformas, pero el disco tiene trece temas, o sea, hay nueve canciones que no se han subido. Hoy todo el mundo escucha la música en plataformas, nadie compra discos. Entonces, básicamente ahí hay nueve canciones que casi nadie ha oído”, señala.
El tema promocional de Adrede es Ezquizoafónico, que será estrenado este 25 de marzo, a partir de las 22:00, en un espectáculo que va a ofrecer en NYC’S, que está ubicado en Víctor Emilio Estrada y Costanera, en Urdesa. El espectáculo lo abrirá Pedro Ortiz.
Rueda, que se presentará con su banda Los Riochickens (Matías Brito, baterista; y Johnki Villamar, bajista), contará con invitados: Erick Mujica, Fa Paredes (cantante de Ludovico) y Jack Paul (cantante de la banda Callejón Zaruma). Costo de la entrada: 10 dólares. Para adquirir las entradas puede escribir a @yoluchorueda.
Según Rueda, luego de este lanzamiento, en tres semanas saldrá la primera de las siete canciones. “Porque la idea es que va a haber intervalos de tres semanas, en donde van saliendo [así]: disco anterior, canción nueva. Y está todo diseñado el plan para llegar a la canción número 100, que ya está compuesta y que se llama Sin-cuentas pendientes. Llego (...) a los 50 años y con estas 100 canciones disfrutando completamente de todo lo vivido, de lo bueno, de lo malo, de lo ganado, de lo perdido; de eso habla la canción”, señala.
“Yo veo que vienen cosas grandes: poder seguir avanzando con base en un camino personal, sin seguir las tendencias, sin tener que hacer música urbana, [sin] pensar qué es lo que supuestamente le gusta a la gran mayoría para hacer eso, sino continuar mi camino. Y ahí, como un imán, permitir que se me vayan pegando otros imancitos e ir avanzando en el camino”, asegura.
“Aunque la vida me haya doblegado a mí por diferentes factores con base en la elección que hice, yo personalmente no me doblegué y avancé con base en una idea que la tuve a los 16 años, cuando compuse la primera canción que yo sentí que fue significante, que se llamaba Mi dulce adicción, y que hablaba de que yo elegía el camino del rock and roll, y tocar y hacer esto. La letra habla de eso. Es increíble. Yo la hice a los 16 años y, entonces, a veces pienso: o era un pelado superpilas y la tenía superclara, o tengo complejo de Peter Pan y no he crecido”, agrega entre risas.
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Con una gran satisfacción señala acerca de la música: “[Me ha] llevado a viajar, conocer el mundo: he tocado en España, en Colombia, en Perú, en Uruguay, en Argentina. Y es el camino de la música el que ha logrado que yo termine haciendo estos viajes”, comenta.
“Otra cosa que para mí es superimportante es que yo vivo exclusiva, total y absolutamente de la música. Para toda esa gente que dice: ‘No, porque de la música no se puede vivir’. No, sí se puede”, añade.
No es partidario de seguir la línea tradicional de trabajar toda la vida, luego jubilarse e ir a vivir frente al mar. Aunque trabajar, sí, pero en lo que le gusta: en la música; y actualmente vive en la playa. “Toda esa parte del trabajo formal, el trabajo de ocho a cinco todos los días, me la pasé (...). Me dediqué a grabar canciones, a hacer discos, a hacer shows, a hacer giras. Y ahora estoy viviendo de esta forma, que no significa que no viva apretadito, que no me tenga que acomodar a los números como todo el mundo, sí. Pero, mal que mal y bien que bien, mi sueño lo estoy viviendo”, asegura.
Otra constante en su vida es que siempre está trabajando con bandas nuevas, músicos jóvenes. “Como ellos están con toda la efervescencia y me encanta mirar mi proyecto a través de los ojos de ellos (...), me encanta poder tocar con las nuevas camadas. Hoy por hoy, aparte de talentosos, son gente que estudia: Matías, que es el baterista, ya está graduado como productor musical; y Johnki, que es el bajista, está cursando la [universidad]”, señala, y agrega que hace dos años también ingresó a estudiar música, porque siempre hizo música de una manera intuitiva, y ahora tiene el conocimiento y le ha servido para seguir componiendo.
El artista, que tiene 36 años de trayectoria, dice que el reto más importante a lo largo de su carrera ha sido demostrarse a sí mismo que el hecho de elegir un camino no tradicional y que lo va a llevar a la desgracia no ha sido un obstáculo, sino que ha logrado sobrevivir y llevar hacia adelante un proyecto.
Show por 37 años de Luis Rueda
Al cumplir los 50 años dice que se viene un reto aún más grande, que será consolidar su trabajo con públicos adicionales a los que tiene en Ecuador, a nivel de Latinoamérica; y por eso, se emociona de trabajar con Altafonte, que considera le va a ayudar a abrir puertas en el mercado internacional.
Si bien el trabajo con la distribuidora internacional es un gran paso, también es muy realista en cuanto a lo que pueda ocurrir paralelamente en la música. “Me esfuerzo porque estoy luchando a contracorriente (...). Yo calculo que, si a estos 50 años yo siento que se mantiene todo como está, que insisto, no está mal. Pero yo ya estoy un poco cansado. Si veo que esto sigue, pues, yo creo que sería una manera superpoética de retirarse y dedicarme a otra cosa, que puede ser producir, crear cursos, hacer música para películas, que es justamente lo que estoy estudiando. Tomar ese camino de la música hacia otro lado”, asegura.
Su próxima presentación será el próximo 14 de abril en Milagro. (E)