Con “lindos recuerdos” de Guayaquil, la agrupación folclórica boliviana Los Kjarkas ofrecerá un concierto en esta ciudad el jueves 12 de septiembre en el Centro de Convenciones Simón Bolívar, a las 20:00. “Diez años sin venir, parece un siglo”, dice el fundador y director Gonzalo Hermosa, quien a los 75 años de edad sigue subiendo al escenario.

“Estamos ansiosos de volver, allí hemos conocido a uno de los íconos más grandes que tuvo el Ecuador, Julio Jaramillo”, asegura. Él junto con sus hermanos fundó Los Kjarkas en 1971, y con su hermano Ulises, ya fallecido, creó el tema Llorando se fue, originalmente en el género de saya boliviana, aunque luego fue adaptado a otros ritmos. Eso no les molesta. Al contrario, lo toman con asombro.

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“Se ha traducido al inglés, al francés y al cantonés, se convirtió en lambada; salió en versión hindú con orquesta; la canción ha sido nuestra bandera. ¿Por qué les gustó?”, se pregunta Gonzalo. “Yo mismo nunca he podido pensar el motivo; desde el primer día en que se escuchó en la radio en Bolivia fue un éxito”. Cuenta que al vocalista Gastón Guardia Bilbao se lo piden constantemente, hasta tres veces en un mismo show. “Es increíble”.

La música que hacemos tiene mucho contenido poético, que es lo que le hace falta al mundo. Hemos visto pasar muchos géneros, pero la poesía no,

Si se busca rápidamente el significado de la palabra ‘kjarkas’, se da con algunos resultados falsos, pero Gonzalo da la versión correcta. “Significa rebeldes, chúcaros, broncos, indomables, que no se conforman, que no se doblegan fácilmente”. Con ese nombre empezaron los hermanos Hermosa. “Cuando nos lo pusimos nos parecía muy grande para lo que éramos. Yo tenía 18 años, los otros tenían 12, 13 y 14″, dice Gonzalo de sus hermanos Élmer, Luis y Ulises, mientras que Wilson era el hermano mayor. “Pero con el tiempo se ha acomodado muy bien a lo que pensamos y a lo que hemos hecho. Hemos llegado a los 53 y llegaremos a los 60″.

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Gonzalo Hermosa, fundador y director de Los Kjarkas. Foto: Cortesía

La continuidad viene con la nueva generación de Kjarkas. Allí está Gonzalo Hermosa Jr., hijo de Wilson, intérprete de la zampoña y de la guitarra y cantante desde hace 20 años; creador junto con otros jóvenes de su familia del grupo Chila Jatún. En tanto que Élmer Hermosa Jr. dirige el grupo juvenil folclórico Kunan Runa. “Mientras haya renovación, la música andina jamás va a morir”, dice Gonzalo Jr., contando que sus hijos también son músicos.

“Es la cuarta vez que vamos a estar en Guayaquil”, aporta el guitarrista Lin Angulo. “En 2009 estuvimos en el Malecón 2000 junto con Los Visconti”. Esta vez vendrá la plantilla completa, junto con Élmer Hermosa, la voz principal.

Gonzalo Hermosa Jr., instrumentista y cantante. El creador del poncho emblemático del grupo boliviano Los Kjarkas fue Luis Hermosa González, miembro fundador, fallecido el 15 de octubre de 2023. Foto: Cortesía

Los Kjarkas y su historia musical en Japón

Esta familia ha hecho lugar para un músico que llegó del otro lado del mundo. Makoto Shishido nació en Japón y conoció a los Kjarkas a los 8 años, cuando ellos fueron a dar un concierto en su país. Trece años después, él fue a Bolivia, aprendió a tocar el charango, hizo audiciones y entró. Ahora, con 22 años de experiencia, ha estado varias veces en Ecuador y dos en Guayaquil. “En Japón, Kjarkas es muy famoso, a la gente le gusta, en especial Llorando se fue, que sonó bastante allá en los 80 y los 90, y se ha cambiado la letra al japonés”. Él ha sido el encargado de cantar unos versos de la célebre canción en este idioma.

Makoto Shishido, integrante japonés, toca el charango. Foto: Cortesía

Los Kjarkas prometen que ese clásico estará en el repertorio, que comprende una veintena de canciones, en su mayor parte en castellano, con ciertos versos en quechua; harán un despliegue de romance con temas como Saya sensual, y también melodías y ritmos bailables para liberar la energía del público, como Wayayay y Jilguero Flores. Además, harán escuchar sus nuevas producciones, y un infaltable sanjuanito.

Kjarkas significa rebeldes, chúcaros, broncos, indomables, que no se conforman, que no se doblegan fácilmente.

Se mantienen fieles a su carácter ancestral y andino, pero no se resisten a las exigencias del tiempo (están en YouTube, Instagram, Spotify y TikTok) ni a adaptarse al lugar donde van, por eso tienen oyentes en Europa, Asia y América. Aun así, les faltan países latinoamericanos por visitar: Venezuela, Honduras y Cuba.

Por lo general, los fanáticos que más disfrutan son los niños, comparte Lin Angulo, corroborando la historia de su compañero Shishido. “Estuvimos de gira en Europa y terminamos en Berlín, donde era al aire libre, por la tarde, y había familias con sus pequeños, y eran los que más aplaudían, se ponían de pie para cantar y bailar, querían subir al escenario. La música que hacemos tiene mucho contenido poético, que es lo que le hace falta al mundo. Hemos visto pasar muchos géneros, pero la poesía no”.

Lin Angulo, guitarrista de Los Kjarkas desde hace 20 años. Foto: Cortesía

(E)