Semanas antes de su fallecimiento, Paulina Tamayo compartió en sus redes sociales publicaciones que hoy cobran un valor especial. Todas reflejan lo que fue su vida artística, amor por Ecuador, gratitud al público y una conexión profunda con la música nacional.
Una de sus apariciones más recientes la mostró en la Rotonda del Malecón 2000, en Guayaquil, interpretando Madera de guerrero junto con Hilda Murillo y Jazmín. El video, difundido por las fiestas de la ciudad, captura a las tres cantantes unidas frente al monumento a Bolívar y San Martín, en una escena que hoy se recuerda con emoción.
Días después, Tamayo anunció desde Lima una colaboración con la cantante peruana Eva Ayllón, con quien grabó una nueva versión del pasillo Sombras. El lanzamiento estaba previsto para noviembre, acompañado de un videoclip grabado en la capital peruana. “Hola, Lima: Perú y Ecuador estaremos unidos en esta colaboración musical con mi amiga del alma”, escribió la intérprete al compartir imágenes de ambas en estudio, sonrientes y tomadas de la mano.
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La canción, que unía las voces de dos íconos andinos, quedó como su último proyecto artístico. Hasta sus últimos días mantuvo la misma entrega que la acompañó durante más de cinco décadas: cantar con el alma y dejar huella en la historia musical del país. (I)
