Desde la estación del Metro, en el Labrador, hasta el parque Bicentenario, lugar donde se está llevando a cabo el Quito Fest, existe un kilómetro de distancia.
Es el camino que recorría la fila para ingresar al segundo día de concierto donde las bandas predominantes fueron Guardarraya, Siddhartha, Dos Minutos y Bersuit Vergarabat.
Desde las 14:00 de esta sábado, 29 de noviembre, miles de quiteños, ambateños y guayaquileños esperaron por varias horas para ingresar a ver a su banda favorita.
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Sin embargo, a partir de las 17:00, una gran masa de gente abarrotó el sector del parque Bicentenario con estilos góticos, cabellos pintados y vestimentas alusivas al nombre de los grupos artísticos.
La lluvia no importó. Nadie quería perderse el espectáculo, por lo que con ponchos, paraguas y chompas gruesas los fanáticos no se movían de las filas sino hasta poder entrar al evento.
Es el caso de Fabricio Domínguez, un joven que se proclamó Punkero y aunque no pudo entrar para ver a su banda favorita, Dos Minutos, quería disfrutar de la música.
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“Yo vine hecho cresta y bueno la idea de la cresta es diferenciarse un poco de la vestimenta tradicional, por eso me visto así, porque me ha ayudado a encontrar buena gente”, expresó Fabricio.
Siddhartha estaba tocando, gritos se escuchaban a lo lejos y Micaela Jácome, con un diseño gótico y súper particular, ingresaba con sus amigos desesperada por escuchar a la banda mexicana.
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“Mi estilo fue para inspirarme más en lo gótico y lo oscuro, yo vengo por Guardarraya y Siddhartha, solo quiero disfrutar y ser parte de estar fiesta”, añadió Micaela.
Sus ojos pintados de morado y negro, bajo ellos unas estrellas negras y una blusa del mismo color con vivos rotos en el pecho, Micaela dijo ser fanática del rock independiente.
En la entrada principal, las autoridades controlaban el consumo de alcohol, cigarrillo y estupefacientes. Muchos entregaban donaciones para entrar más rápido, pero era tanta la afluencia de gente que este acceso preferencial ya no se distinguía del resto.
En ese momento apareció Camila Burbano con un top café, guantes negros y una chompa celeste con azul. Ella se acercó con sus amigos y aseguró iba a saltar y bailar con todas las canciones.
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“Siento que será un concierto emocionante, está Guardarraya y basta para vivir una verdadera noche de concierto”, manifestó Burbano.
A su lado estaba Kevin Brito, un muchacho con estilo rockero. Collar grueso de púas, una correa con cuadros brillantes y un pantalón negro, vestían a Kevin, quien explicó la razón de su vestimenta.
“Se me ocurrió de un día para el otro. Trato de expresarme a mi mismo por medio de la ropa. No es nada externo, es más sentimental”, expuso Brito.
Colgando de su cuello estaba un escapulario. Él mencionó que su madre lo mandaba protegía de ese modo y siempre lo usaba.
El segundo día de concierto se iba a extender hasta las 22:00 del sábado para finalizar con el último grupo de artistas el domingo 30 de noviembre. (I)
