Pasión por su trabajo, humildad y gratitud son las palabras clave que definen la personalidad de Daniel Esquiaqui Lecomte, bautizado artísticamente como Dekko. “Soy un joven como todos los demás, persiguiendo sus sueños”, declara el artista, de 23 años, a este Diario. A esas palabras clave se le podría añadir la perseverancia, una variable que ha sido constante desde que era zapatero hasta ahora, como intérprete de música urbana. “Me ha tocado vivir muchas cosas en la vida y ganármela por mí mismo, que uno madura a temprana edad”, dice el joven desde un hotel de Guayaquil, ciudad que visita por primera vez para experimentar su primera gira de medios.