Sabrina Mae Teitelbaum es el verdadero nombre de Blondshell, la cantante estadounidense de indie rock que conversó con este Diario acerca de su nuevo álbum, If you asked for a picture, que profundiza en temas más allá de las relaciones desafortunadas: la misoginia, la imagen corporal, mantener el control en la vida o aprender a dejarlo ir.

Originaria de la ciudad de Nueva York e involucrada en el mundo de la música desde temprana edad, fue su padre quien la introdujo al rock clásico y la llevó a sus primeros conciertos. Ahora ella construye su propio sonido y estilo.

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La joven de 28 años presenta un disco vulnerable, divertido y honesto, interpretado en un indie rock melódico con tintes pop, y habla sobre esta producción y cómo se esforzó por no ocultar la magnitud de todos los sentimientos que plasma en el álbum.

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Guíame a través de tu proceso creativo.

Para este disco en específico escribía sola, ya sea en casa o de gira con la pequeña guitarra que llevo conmigo. Normalmente empiezo con la parte de guitarra y los acordes, luego empiezo a escribir la melodía y luego la letra, y todo cobra sentido de golpe. Luego edito un poco y, una vez que tengo una canción completa, en casa, se la llevo a mi productora y hacemos una maqueta. Ahí decidimos qué tan rápido queremos que fuera, en qué tono, la estructura..., todo eso.

Una vez que tuvimos todas las canciones, reservamos una semana en un estudio más grande y trajimos a la misma banda con la que trabajé en mi primer álbum para grabar durante nueve días, y luego lo montamos, mezclamos y masterizamos todo durante unos seis meses en otro estudio.

¿De dónde viene su título?

Proviene de un poema de una poeta llamada Mary Oliver. Me gusta mucho la idea de que una canción sea como una pequeña instantánea de una historia.

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Este disco no pretende ser una historia con un principio, un desarrollo y un final; simplemente se supone que sea como las situaciones que surgen a diario en la vida normal. No son los momentos más narrativos de tu vida, sino que es como la vida cotidiana. Creo que la vida cotidiana puede ser bastante difícil, pero se supone que debemos actuar como si fuera normal, porque hay cosas sobre las que se permite tener grandes sentimientos y otras sobre las que no. Era importante para mí hacer un álbum como si este fuera un pequeño fragmento de mi vida normal, como una pequeña imagen.

En su segundo álbum, ‘If you asked for a picture’, discute cuánto de sí misma revelar a su creciente fanaticada. Foto: Daniel Topete

¿Cuál dirías que es el corazón del álbum?

Hay una canción llamada Event of a fire, y cuando la tuve completa pensé: “Bueno, esto resume gran parte del álbum a la perfección”. Pero con esta probamos muchas cosas diferentes. Reeditamos la base y las guitarras varias veces, probamos con batería y probamos sin batería. Este tema pasó por muchas versiones antes de llegar a donde quedó.

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También tiene muchos de los diferentes sonidos del álbum y muchos de los diferentes temas en las letras. Así que sentí que esa canción es el corazón del disco.

¿Hubo alguna inspiración para este proyecto?

Me cuesta decirlo porque escucho muchísima música cuando estoy creando un álbum, y también cuando no lo estoy haciendo, todos los días simplemente escucho música constantemente.

Así que es imposible decirlo porque toda la música que amo está tan arraigada en mi mente que es difícil decir si canto sobre ella o si me influenció algo que escuchaba hoy o hace 15 años. Hay ciertos artistas que escucho una y otra vez, soy gran fanática de Fleetwood Mac, Fiona Apple, Mitski y Lou Reed. También me gustan Lana Del Rey y SZA.

¿Qué esperas transmitir con este disco?

Creo que he pasado por cosas que siempre he considerado únicas para mí y que me han hecho sentir sola. Intenté hablar de ellas y transmitir esas situaciones en este álbum porque creo que es importante que la gente sepa que no son los únicos que se sienten de cierta manera o que han pasado por eso, así que espero que se sientan un poco menos solos al escucharlo.

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Tienes varias presentaciones en los próximos meses, ¿cómo te sientes?

Sí. Estoy muy emocionada. Me encanta dar conciertos y poder ver a las personas cantar mis temas con tanta pasión y emoción. Hay una canción llamada Arms, que es como la tercera del álbum y creo que sería muy divertido tocarla en vivo porque suena como si estuviera hecha para ser tocada así.

Mirando hacia el futuro, ¿qué es algo nuevo que te gustaría explorar en tu música, letras o estilo?

Creo que siempre tengo la sensación de que si escribo una canción muy triste o muy vulnerable, tengo que añadir mucha producción porque la gente podría aburrirse o pensar que es demasiado. Creo que quiero intentar no hacer eso siempre y bueno, lo intenté con este álbum.

¿Qué significa para ti ser una mujer en la escena del indie rock actual? ¿Crees que hay más espacio para voces femeninas y diversas?

Creo que hay voces más diversas que antes y que hay más mujeres, pero aún no las suficientes. Sigue siendo un género muy blanco. El rock y lo alternativo son géneros bastante masculinos y blancos, y creo que hay mucho espacio para que represente mejor a quienes los escuchan.

Todo tipo de personas necesitan el rock y que sus voces se escuchen. Pienso que durante mucho tiempo pareció una sola cosa, pero ya no representa a quienes les gusta esa música. Así que creo que sí, es mejor que antes. Es más cómodo ser mujer ahora de lo que imagino que era hace 20 o 10 años.

Pero aun así, como mujer que trabaja en ese género, no me tratan igual que a los hombres que conozco. Pero también creo que tengo privilegios que otros no tienen. Siento que esto necesita mejorar y la única manera de mejorar es si la gente habla de ello y es honesta. Pero sí, no podría estar en este género si no fuera por las mujeres que lo hicieron hace 5, 10 o 20 años. (E)